La especialista en violencia serial, Mónica Ramírez Cano, en una reciente entrevista, ha sacado a la luz varios aspectos inquietantes sobre los comportamientos de feminicidas seriales como Miguel “N”, señalado de asesinar brutalmente a María José, una joven de 17 años.
Según Ramírez Cano, este individuo quería ser descubierto y revelar sus crímenes horrendos a través de sus publicaciones en redes sociales, lo que indica un deseo perturbador de ser reconocido por sus actos.
Ulises Lara, titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX), apuntó que el caso de María José podría estar vinculado a otros siete homicidios más, elevando la gravedad del perfil de Miguel “N” como un potencial feminicida serial.
Este patrón sugiere no solo una brutalidad extrema sino también un componente psicológico complejo detrás de sus acciones.
Durante el cateo en la casa de Miguel “N” en La Cruz Coyuya, Iztacalco, las autoridades descubrieron herramientas y restos que podrían ser claves en la investigación.
Un serrucho, restos óseos y manchas de sangre hablan de la posibilidad de que este lugar haya sido el escenario de múltiples crímenes.
Además, se hallaron objetos personales como libretas y teléfonos celulares que podrían desvelar conexiones con otras mujeres desaparecidas, intensificando las sospechas sobre Miguel “N”.
Los investigadores están trabajando para vincular los hallazgos con casos de mujeres desaparecidas en años anteriores, lo que podría esclarecer la magnitud de los crímenes de Miguel “N”.
Los análisis de ADN están en curso, con familias de víctimas potenciales, como Viviana Elizabeth Garrido Ibarra y Frida Sofia Lima Rivera, esperando respuestas que podrían traer algo de cierre a sus trágicas pérdidas.
Aunque en la superficie, Miguel “N” parecía llevar una vida exitosa, sus actividades en redes sociales y su formación académica en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN pintan una imagen más compleja.
Hablaba tres idiomas y participaba activamente en causas sociales, incluyendo marchas a favor de los derechos de los animales y hasta marchas feministas.
Antonio Nieto, periodista, reveló que el sospechoso compartía imágenes de sus viajes y salidas con amigos, mostrando una faceta de su vida diametralmente opuesta a la brutalidad de sus crímenes.
También se le conocía por su interés en el cine, en especial en películas como "Naranja Mecánica" de Stanley Kubrick, lo que añade una ironía macabra a su supuesta doble vida.
Las publicaciones de Miguel “N” en Facebook han sido objeto de análisis detallado, pues revelan pensamientos y sentimientos que podrían estar directamente relacionados con los crímenes que se le imputan.
Entre ellas, destacan poemas y reflexiones personales que han captado la atención por su posible conexión con los feminicidios.
En particular, un poema de octubre de 2015, titulado “Te extrañaré”, ha sido interpretado por algunos como una confesión velada de un asesinato.
Esta y otras publicaciones sugieren una lucha interna marcada por temas de amor y desamor, proporcionando una ventana perturbadora hacia el conflicto interno que Miguel “N” pudo haber experimentado.
En conclusión, la entrevista con Mónica Ramírez Cano arroja luz sobre una faceta particularmente oscura de los crímenes de Miguel “N”.
Su aparente deseo de ser detenido y de que sus crímenes fueran conocidos podría indicar una búsqueda de reconocimiento o un acto de confesión a través de sus propios canales, una dinámica que Ramírez Cano describe como frecuentemente asociada a feminicidas seriales que buscan sentirse poderosos y en control máximo.
La investigación sigue en curso, y cada nuevo hallazgo nos acerca un paso más a entender la compleja psique detrás de estos atroces actos.
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