Hijo de Chespirito confiesa que le daba pena hablar de su padre

Entre la fama y la familia: Roberto Gómez Fernández  revela cómo fue crecer con como papá.



Roberto Gómez Bolaños, más conocido como "Chespirito", ha sido una figura monumental en la historia de la televisión en América Latina, dejando una marca imborrable con personajes como El Chavo del 8El Chapulín ColoradoSu humor y creatividad lo catapultaron a un estatus de leyenda, admirado por multitudes.

Sin embargo, detrás del reflector y la fama, estaba su vida familiar, que su hijo, Roberto Gómez Fernández, ha comenzado a explorar en recientes entrevistas, proporcionando una visión más íntima de la vida junto al ícono televisivo.

En una entrevista profunda con la periodista Mara Patricia Castañeda, el hijo de Chespirito compartió cómo fue crecer con un padre cuya personalidad pública era omnipresente.

A pesar de los esfuerzos de Chespirito por mantener una vida "normal" y separada de su carrera para su familia, su hijo reconoce que la fama de su padre era una realidad constante y a veces abrumadoraGómez Fernández recuerda que, a pesar de ser hijo de un personaje tan querido y reconocido, personalmente le resultaba incómodo hablar de su padre en público.

"Me daba pena, sobre todo si había varios y preguntaban", confesó durante la entrevista.

Esta sensación de vergüenza no venía de una falta de admiración o amor hacia su padre, sino más bien de la dificultad de manejar la magnitud de su figura pública en su vida privada.

Roberto fue testigo de primera mano del impacto que su padre tenía en el público.

Acompañándolo a los sets de grabación, vivió momentos únicos que para muchos niños hubieran parecido un sueño.

No obstante, al alcanzar la edad de 10 años, cuando la fama de Chespirito crecía exponencialmente, comenzó a sentir el peso de esa notoriedad.

El joven Gómez Fernández se encontró en una situación en la que cada vez más personas le preguntaban sobre su padre, lo que inicialmente le generaba incomodidad.

Con el tiempo, este sentimiento fue evolucionando hasta transformarse en un orgullo por la herencia y el legado de su padre, aunque reconoce que el proceso no fue sencillo.

A lo largo de los años, Roberto Gómez Fernández ha aprendido a balancear la imagen pública de su padre con el hombre que conocía en casa.

Ahora, como adulto y también destacado en la industria del entretenimiento, puede apreciar y valorar la influencia y el legado de Chespirito desde una perspectiva más madura y entendida.

Este cambio de perspectiva le ha permitido abrazar plenamente su herencia, reconociendo a Chespirito no solo como un padre sino como un innovador y pionero del entretenimiento.

"Ahora me doy cuenta que sí tiene algo especial, no nada más sale en la tele este señor que es mi padre, sino tiene algo importante", refleja sobre su cambio de actitud hacia la figura de su padre.



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