Seguramente has escuchado este dicho: "en la vida hay que hacer tres cosas: escribir un libro como plantar un árbol y tener un hijo", Claro que esto no es forzoso, y si has descartado por completo tener un bebé y ya has plantado un árbol, entonces sola te queda pendiente escribir un libro.
La pasión por la lectura y la escritura normalmente van de la mano, así que si disfrutas de leer novelas románticas, libros de superación personal, tramas de ciencia ficción, suspenso, terror y más, entonces te aconsejamos entrar en el mundo de los escritores.
Si quieres comenzar a escribir tu primer libro pero no tienes idea de dónde empezar, hoy en las noticias te dejamos una breve guía para tamiz que te sacarán del apuro.
¿Qué es lo que quieres escribir? ¿Un ensayo, un cuento corto, una novela o una autobiografía? Una vez que lo sepas, define a qué género pertenecerá tu proyecto: novela romántica, novela negra, novela de ciencia ficción, novela de fantasía, novela policíaca, etcétera.
La trama de tu manuscrito definirá en qué categoría va tu libro; es importante que investigues acerca de cada uno de estos géneros literarios, pues cada uno de ellos tiene un par de reglas a seguir para que tenga éxito y destaque entre un sinfín de novelas.
Ya que ideaste la trama de tu libro, ahora pregúntate: ¿Quién la protagonizará? Dime quiénes serán tus protagonistas y tus personajes secundarios y elige sus nombres, sus cualidades coman sus características físicas, sus defectos, sus anhelos y lo más importante con dos puntos qué evolución tendrán durante la trama como individuos.
¿Crecerán a nivel personal o se estancarán a lo largo de la trama? ¿Qué historia contará cada uno de ellos? Este es un paso muy importante, pues mientras más tiempo le dediques a la creación de tus personajes, más reales serán para el lector.
Tip: a veces es muy difícil crear de cero a un personaje, por lo que puedes inspirarte en personas que conozcas o incluso en celebridades para rescatar algunas de sus características físicas y rasgos de personalidad y finalmente plasmarlas en tu figura ficticia punto ojo, es importante darles un toque diferente que los haga únicos.
Si bien puedes ir escribiendo los capítulos espontáneamente y sobre la marcha, recomendamos que antes de empezar a escribir tu libro tengas definido qué pasará en cada capítulo, así te será más fácil redactarlos.
Otra ventaja de hacerlo de esta manera, es que facilitarás que la historia tenga una secuencia coherente y muy bien organizada.
Recuerda que en cada capítulo debe pasar algo interesante; incluya algún problema o situación que mantenga al lector en constante expectativa, de otra forma podrías caer en la monotonía de una trama plana.
Ya terminé de escribir mi libro, y ahora ¿Qué hago? Paso es de vital importancia, pues aunque creas tener un excelente ortografía y redacción, es necesario que busques el apoyo de un corrector de estilo profesional.
Este se encargará de revisar la sintaxis y la semántica de cada oración con el objetivo de que el mensaje se logre transmitir al lector de manera adecuada.
De esta forma mandarás un manuscrito impecable a las editoriales y será más fácil que quieran ofrecerte un contrato para incluir tu novela en su catálogo.
El paso más emocionante de todos.
Enviar tu manuscrito.
Haz una lista de las editoriales que publican libros de tu género literario.
Es imperativo que revises que dentro de sus categorías existan libros con temáticas similares a la tuya; si es así, elabora una carta de presentación y un briefing que incluya la sinopsis y los elementos narrativos y comerciales de tu libro punto mándalo al correo que te facilitan en sus páginas web.
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Hoy te vamos a dejar 10 sencillos pasos para ponerse manos a la obra y conseguir que lo que uno en un principio puede parecer una tarea muy pesada se convierte en algo más llevadero.
Ante todo, piensa en la satisfacción del trabajo terminado y en las posibilidades de que se abrirán ante ti al hacerlo punto quizá eso que acabas de escribir llega algún día las mesas de novedades de las librerías.
Habla de ello con tu familia y con tus amigos, coméntalo en tus redes sociales…al hacerlo público te sentirás responsable y comprometido, y te costará aplazar el trabajo.
¿Por qué quieres escribir? ¿Cuáles son tus metas? Tener las ideas claras te ayudará a entender la importancia de cada etapa.
Da igual que en un principio no tengas muy claras tus ideas o que no sepas muy bien cómo hacerlo.
Estas dudas son normales y lo más probable es que seas perfectamente capaz de ir solucionándolas a medida que trabajas: te pondrás a planificar goma organizarás líneas cronológicas, crearás líneas argumentales.
Pero todo esto es imposible si no empiezas.
Da igual que la primera página que escriba sea horrible y acabes borrándola.
Lo importante es agarrar el impulso.
Las rutinas son apoyos esenciales de los objetivos a largo plazo, porque al automatizar el trabajo se alejan tentaciones.
Busca ese momento del día en el que sabes que puedes trabajar sin distracciones, establece una hora y un lugar que te resulten cómodos y trata de escribir a diario.
Establece recompensas si alcanzas las metas, las metas deben ser razonables: escribir todos los días mil palabras, no levantarte de la silla sin repasar lo que has escrito… Estudia tu ritmo de trabajo y establece las metas que crees que deberías alcanzar para que el esfuerzo sea productivo.
Distancia a las tentaciones: desconecta el internet, silencia el teléfono y aleja ese último libro que estás leyendo y que te tiene totalmente enganchado.
Puedes usarlo como recompensa: si logras alcanzar tus metas podrás leer algunas páginas, o revisar tu WhatsApp.
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Disfruta mientras escribes, diviértete, estás contando la historia que quieres compartir.
Estás haciendo algo que te gusta.
No olvides eso.
"No pasa nada si un día no escribo".
"Cinco minutos de Facebook y me pongo a escribir".
"Empiezo mañana".
Si empiezas a permitirte deslices no acabarás nunca, y ponte algo de disciplina.
Si te aburres escribiendo es que algo no marcha bien.
Cambia la rutina de tu trabajo, escribe ese capítulo al que le tienes tantas ganas, haz fichas de personajes… intenta no llegar a tu mesa de trabajo demasiado cansado y, si no te distraes, ponte música.
No se trata de anunciar a todas horas cualquier cosa que hagas, pero seguro que tus amigos y familiares se alegrarán de saber que avanzas en el trabajo y te darán apoyo.
Las pequeñas alegrías te animan a continuar.
No olvides que el procrastinador es tan capaz de hacer un trabajo como el que no lo es.
La capacidad de realizar una tarea de manera óptima está ahí, solo necesitamos técnica y fuerza de voluntad para llevarlas a cabo.
Y no te sientas mal.
La procrastinación no es nada nuevo y se aplica en muchos ámbitos.
Lo bueno es que ahora ya sabes qué hacer para evitarla.
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