La Embajada de México en Ecuador se convirtió en el epicentro de una controversia diplomática cuando policías ecuatorianos irrumpieron en sus instalaciones, sometiendo al diplomático mexicano Roberto Canseco en un incidente que ha levantado preocupación a nivel internacional.
En vídeos que se han difundido ampliamente en redes sociales, se puede observar a Canseco saliendo apresuradamente de la Embajada, persiguiendo vehículos con vidrios polarizados.
Sin embargo, su intento de alcanzarlos fue interceptado bruscamente por las fuerzas policiales, que lo sometieron.
Roberto Canseco, quien ostenta el cargo de jefe de la Cancillería y Asuntos Políticos de la embajada mexicana en Ecuador, denunció el allanamiento como un acto equiparable a la acción de delincuentes.
En declaraciones a los medios fuera de la Embajada, Canseco relató que se vio obligado a resistir físicamente para evitar que los policías ingresaran a la sede diplomática.
"Como delincuentes allanaron la Embajada de México en Ecuador.
Esto no es posible.
No puede ser.
Es una locura", manifestó Canseco visiblemente alterado.
Expresó su preocupación por la seguridad del político ecuatoriano Jorge Glas, señalando que "pueden matarlo".
La operación policial en la embajada mexicana coincidió con el otorgamiento de asilo político por parte del gobierno mexicano a Glas, quien se refugió en la legación diplomática en diciembre.
Glas enfrenta acusaciones de malversación de fondos en el caso conocido como "Reconstrucción" de la provincia de Manabí, relacionado con el terremoto de 2016, durante su mandato como vicepresidente en los gobiernos de Rafael Correa y Lenin Moreno.
La falta de aviso previo sobre el ingreso de la Policía y el manejo de la situación han generado preocupación y críticas tanto a nivel nacional como internacional.
Canseco insistió en que la acción policial fue llevada a cabo sin fundamento alguno y en un contexto de persecución política.
"Esto es fuera de toda norma, y lo están haciendo porque (Glas) es una persona perseguida", declaró Canseco, subrayando la gravedad del incidente.
"Físicamente, a riesgo de mi vida, defendí el honor y la soberanía de mi país.
Esto no puede ser, es increíble que haya sucedido algo así", concluyó.
El episodio en la embajada mexicana evidencia la creciente tensión política en Ecuador, donde las disputas internas y las acusaciones de corrupción han generado un clima de incertidumbre y conflicto.
Las reacciones ante este incidente seguramente seguirán desarrollándose en los próximos días, mientras se busca esclarecer lo sucedido y se abordan las implicaciones diplomáticas y legales de esta situación.
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