La aclamada actriz , conocida por su notable trayectoria en Hollywood y ganadora de dos premios Oscar, ha compartido recientemente en una entrevista con The Hollywood Reporter detalles íntimos sobre la dualidad de su identidad: el nombre con el que se siente más identificada, y el nombre artístico, Emma, que adoptó por circunstancias profesionales.
Durante la charla, su coestrella en The Curse, Nathan Fielder, reveló preferir llamarla Emily, un nombre que la propia Stone favorece en círculos personales y profesionales una vez establecida una cercanía.
En palabras de Stone: "Cuando llego a conocer a la gente, prefiero que me llamen Emily.
Me gustaría ser Emily".
Este deseo ha generado un debate entre sus seguidores y la industria del entretenimiento, quienes han conocido a la actriz bajo el nombre de Emma Stone durante años.
Esta preferencia refleja una búsqueda de autenticidad en medio de las exigencias del mundo del espectáculo.
Emma Stone tomó su nombre de Baby Spice, Emma Lee Bunton, miembro del icónico grupo musical Spice Girls.
En su infancia, Stone admiraba a Bunton y soñaba con emular su estilo y personalidad.
Esta conexión emocional llevó a Stone a adoptar "Emma" como su nombre profesional, una decisión que ahora reflexiona y considera cambiar en aras de una identidad más auténtica.
Curiosamente, Stone reveló su entusiasmo por el grupo Spice Girls, del cual es fan desde los años 90, y su asistencia a la gira de estadios anunciada en 2019 como prueba de su continuo aprecio por la banda que influyó en su elección de nombre.
Este vínculo con la música pop de los 90 revela una faceta íntima de la actriz que contrasta con su imagen pública.
La necesidad de un nombre artístico provino de una regla de la , que prohíbe a sus miembros compartir nombres profesionales idénticos.
Este detalle forzó a Stone a elegir Emma sobre Emily, ya que este último ya estaba registrado dentro de la comunidad actoral.
Este caso refleja una problemática común en la industria, donde actores como Michael Douglas, al encontrarse con un homónimo ya inscrito, optaron por Michael Keaton como nombre artístico.
Similares casos ocurrieron con Diane Hall y Elizabeth Mitchell, quienes adoptaron los nombres Diane Keaton y Elizabeth Banks, respectivamente, por razones análogas.
Más allá de los reflectores y las cámaras, Emma Stone manifestó un episodio de reflexión personal hace un par de años, donde consideró revertir profesionalmente a su nombre real, un deseo que ha mantenido en cierta medida al preferir que colegas y conocidos se dirijan a ella como , una versión más íntima de su nombre.
“Entonces me asusté hace un par de años.
Por alguna razón, pensé, ‘ya no puedo hacerlo más.
Solo llámenme Emily’”, compartió para evidenciar la lucha interna entre su identidad pública y privada.
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