se encuentra sumida en el luto nacional mientras enfrenta una tragedia sin precedentes y una escalada militar en Ucrania.
Frente a la sala de conciertos calcinada se depositan flores y pequeños peluches.
Con más de 140 muertos y 150 heridos, el paÃs se enfrenta al más devastador de los últimos años.
Equipos de rescate trabajan incansablemente entre los escombros en busca de sobrevivientes.
El ataque, perpetrado en la sala de conciertos Crocus City Hall en la periferia noroeste de la capital, ha dejado a toda una nación en estado de shock.
Este acto, considerado como uno de los más sangrientos en dos décadas, ha cobrado la vida deal menos 3 niños, y ha dejado a 152 heridos, a manos del autodenominado Estado Islámico.
El presidente VladÃmir Putin, en un discurso televisado poco después del horrendo suceso, condenó el ataque como "sangriento y bárbaro", anunciando un dÃa de luto nacional para honrar a las vÃctimas y sus familias.
Además, se han implementado medidas antiterroristas y antisabotaje adicionales en Moscú.
En medio del duelo, se llevan a cabo actos conmemorativos en varias ciudades rusas.
Frente a la sala de conciertos siniestrada, una peregrinación continua rinde homenaje a los fallecidos.
Mientras tanto, muchos buscan desesperadamente noticias de sus seres queridos desaparecidos, mientras los equipos de rescate persisten en sus esfuerzos por encontrarlos entre los escombros.
El paÃs ha suspendido todos los actos culturales, se han arriado las banderas y se ha detenido la emisión de programas televisivos y publicidad, en señal de respeto y solidaridad ante esta tragedia nacional.
Rusia enfrenta un momento de profundo dolor y determinación mientras se une para enfrentar esta crisis sin precedentes y buscar justicia para las vÃctimas de este acto atroz.
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