Hamás anuncia la trágica pérdida de siete rehenes, intensificando la presión sobre Israel para alcanzar una tregua.
En un giro trágico del conflicto en Oriente Medio, el grupo islamista Hamás ha anunciado la muerte de siete rehenes en lo que denuncian como bombardeos israelíes, elevando así la cifra total de secuestrados fallecidos en cautiverio a más de 70 desde el inicio de la guerra.
Esta revelación ha incrementado la presión sobre Israel para buscar una tregua, luego de que las conversaciones en París y Doha esta semana hayan llegado a un punto muerto.
Abu Obeida, portavoz de las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamás, declaró en un comunicado que "intentamos mantenerlos con vida, pero Benjamín Netanyahu insistió en matarlos".
Hamás confirmó la identidad de tres de los rehenes supuestamente fallecidos: Haim Peri, Yoram Itak Metzger y Amiram Cooper, ancianos israelíes de los que se había perdido el contacto con la célula que los retenía.
El grupo aún no ha revelado los nombres de los otros cuatro rehenes que afirman haber muerto en los ataques.
En contraste, Israel solo ha confirmado la muerte de alrededor de 30 secuestrados.
Por su parte, las autoridades israelíes no han comentado sobre la veracidad de estas afirmaciones.
Según sus datos, quedan 130 rehenes en la Franja de Gaza de los 253 que fueron secuestrados en octubre pasado, de los cuales aproximadamente una treintena estarían fallecidos.
El anuncio de Hamás llega en un momento crucial en las negociaciones para un nuevo acuerdo de tregua, que podría permitir el intercambio de rehenes por presos palestinos.
Sin embargo, las conversaciones se encuentran estancadas debido a las divergencias entre Israel y Hamás.
Mientras que Hamás insiste en una tregua temporal seguida de un acuerdo para cesar las hostilidades, Israel está decidido a continuar su ofensiva en la Franja.
El primer ministro israelí, Netanyahu, afirmó que no capitularán ante las demandas de Hamás y que están comprometidos a traer de vuelta a todos los rehenes, con o sin un marco de acuerdo.
Se contempla una tregua de aproximadamente seis semanas, posiblemente coincidiendo con el inicio del Ramadán el próximo 10 de marzo, y un canje de diez presos palestinos por cada rehén.
Sin embargo, el acuerdo aún no ha sido finalizado.
La situación en Oriente Medio sigue siendo tensa mientras las partes involucradas intentan encontrar una solución viable que ponga fin al derramamiento de sangre y permita un cese duradero de las hostilidades.
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