El mundo del entretenimiento llora la pérdida de María Helena Lamadrid Ruiz, conocida como Helena Rojo, una talentosa actriz que dejó una huella imborrable en el cine, las telenovelas y el teatro.
A sus 79 años, Rojo falleció tras una valiente batalla contra el cáncer, dejando tras de sí una vida rica en logros artísticos y experiencias familiares.
Helena Rojo dio sus primeros pasos en la maternidad a la temprana edad de 18 años, cuando contrajo matrimonio por primera vez.
Fruto de este matrimonio, nacieron sus tres hijos: Patricia, Elena y Leo.
Aunque su primer matrimonio no perduró, el amor de madre de Helena fue una constante en su vida.
En 1976, Helena Rojo se embarcó en su segundo matrimonio, esta vez con el actor Juan Ferrara.
Esta unión, que duró 11 años, trajo consigo una familia extendida y momentos que la actriz describió como una etapa significativa de su vida.
Helena siempre elogió a Ferrara como un padre excepcional para sus hijos, destacando la armonía familiar que lograron.
La separación de Rojo y Ferrara, aunque marcada por el respeto mutuo, se envolvió en la privacidad que caracterizó a la actriz.
Helena Rojo optó por mantener su vida personal alejada de los reflectores, manteniendo intacta la admiración por su exesposo.
En su tercer y último capítulo matrimonial, Helena Rojo encontró la paz y el compañerismo junto a Benjamín Fernández.
Este matrimonio, que perduró hasta los últimos días de la actriz, fue testigo de la estabilidad y el apoyo mutuo que ambos compartieron.
Fernández fue una presencia constante durante la batalla de Helena contra el cáncer, brindándole consuelo y amor hasta el final.
Estudió fotografía y se destacó como fotógrafo, capturando paisajes en Cozumel para turistas.
Su pasión por viajar lo llevó a diversas experiencias, y eventualmente, formó su propia familia, siendo esposo y padre.
Propietaria de un restaurante, Patricia siguió un camino emprendedor.
Casada y madre de dos hijas, una de ellas expresó su interés en la actuación, recibiendo el apoyo incondicional de su madre para ingresar al CEA de Televisa.
Después de casarse y vivir en Tijuana, regresó a Cozumel, donde asumió el rol de ama de casa.
Su vida familiar tuvo desafíos, ya que uno de sus hijos enfrentó problemas legales en un incidente en el aeropuerto relacionado con sustancias ilícitas.
A pesar de los retos personales, la familia de Helena Rojo refleja la diversidad de caminos que cada miembro eligió seguir.
El legado de Helena trasciende la pantalla y se entrelaza con las vidas de sus seres queridos, quienes continuarán recordándola con cariño y admiración.
Con su fallecimiento, la actuación perdió a una de sus luminarias, pero su influencia perdurará en las generaciones venideras.
Descansa en paz, Helena Rojo.
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