En todo este tiempo viviendo en , hemos aprendido que algunas ciudades como Guadalajara son únicas por su gente y su cultura, pero en esta ocasión lograron destacar por otra cosa, y es que hicieron una fiesta sobre el periférico sur, en un puente peatonal que fungió como salón de eventos o casino.
Exacto, este evento, junto con varios otros en el país, nos ha enseñado que nada puede detener las ganas de tener una fiesta si eres tapatío, y mucho menos, puedes dudar de su creatividad.
Esto se dio a conocer por medio de un video en redes sociales y en este se ve como es que las personas están sobre un puente peatonal, específicamente sobre el periférico sur a la altura de la colonia El Bethel, en Guadalajara, cerca de la Barranca de Oblatos.
Este video muestra como es que los tapatíos adornaron el puente con flores, luces, globos e incluso una alfombra roja y todos estos fiesteros esperan a una mujer, quien guiada por otra, entra al puente y camina sobre un espacio que dejan a un lado las mesas con manteles y pétalos de flores donde están los invitados, e incluso algunos dicen que contaban con el permiso del Ayuntamiento de Guadalajara.
De repente, el clip mostró al mariachi que está al fondo del puente y empieza a tocar las Mañanitas, y la mujer con vestido rojo se percata del motivo de la celebración, y ese es ella, entonces va con su pareja quien le da un ramo grande de flores y ella empieza a llorar mientras se abrazan.
La festejada no dejaba de llorar y mientras todos grababan con sus teléfonos, se veía de fondo una imitación de la Torre Eiffel y también se veían los autos que circulan por el periférico y finalmente todos le hicieron una porra a la cumpleañera.
Los mexicanos somos personas fiesteras por parte de nuestra cultura, y estas influyen mucho en las fiestas, y por eso al momento de organizarlas se ‘tira la casa por la ventana’, o sea se gasta mucho dinero sin importar si se consigue una deuda o no, pero muchas veces el paso de buscar un lugar para rentar y hacer la fiesta se pasa por alto y la gente decide usar las calles de la ciudad para hacer la fiesta.
Pero que sea cultural no significa que sea legal, por lo que se sabe que desde el año 2012, las fiestas clandestinas en la calle cuentan con el riesgo de ir a prisión por hasta cinco años o 500 mil días de salario mínimo, multa que afecta al involucrado.
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