Mantener nuestras almohadas en perfecto estado no solo es esencial para garantizar una buena noche de sueño, sino también para prolongar su vida útil.
En esta nota, te contamos de dos aspectos fundamentales del cuidado de las almohadas: cómo lavarlas adecuadamente para evitar deformaciones y cómo eliminar el molesto color amarillo que a veces aparece con el tiempo.
Lavar almohadas puede parecer una tarea sencilla, pero realizarlo de manera incorrecta puede resultar en deformaciones y pérdida de su forma original.
En general, se recomienda lavar almohadas de fibra sintética en agua tibia con un detergente suave.
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Es fundamental evitar el uso de blanqueadores fuertes, ya que pueden dañar las fibras y contribuir a la deformación.
Además, optar por programas de lavado suaves y secar las almohadas al aire libre o en secadora a baja temperatura ayudará a mantener su forma y suavidad.
Este proceso, cuando se realiza con cuidado, no solo limpiará las almohadas, sino que también las dejará listas para brindar la comodidad que mereces durante el descanso.
¿Cómo quitar el color amarillo de la almohada?Con el tiempo, es común que las almohadas adquieran un tono amarillento debido a la acumulación de aceites naturales, sudor y otros residuos.
Para revertir este problema y devolverles su blancura original, se pueden seguir algunos pasos efectivos.
En primer lugar, se aconseja pretratar las manchas amarillas con una mezcla de bicarbonato de sodio y agua, aplicándola sobre la zona afectada antes del lavado.
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Luego, lavar las almohadas con detergente para ropa blanca y agregar un poco de vinagre blanco durante el enjuague puede ayudar a eliminar las manchas y revitalizar el color.
Este proceso no solo restaura la frescura de tus almohadas, sino que también contribuirá a mantener un ambiente higiénico en tu espacio de descanso.
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