Así eran las íntimas cartas de amor de Frida Kahlo a Diego Rivera - Imperio Noticias

>

Así eran las íntimas cartas de amor de Frida Kahlo a Diego Rivera

Conoce los fragmentos más significativos de las que Frida Kahlo le dedicaba al famoso muralista

Así eran las íntimas cartas de amor de Frida Kahlo a Diego Rivera

La vida de Frida Kahlo estuvo intrínsecamente ligada a la figura imponente del pintor Diego Rivera, un encuentro que marcó un hito en el mundo del arte y en la historia personal de ambos.

 Con una diferencia de 21 años, se conocieron en 1928 cuando Frida se unió al Partido Comunista Mexicano y se integró en círculos artísticos y políticos.

A pesar de la brecha generacional, Diego Rivera, ya reconocido en el ámbito artístico, reconoció rápidamente el talento de Frida y comenzó a orientarla en su desarrollo como artista.

Su conexión trascendió lo profesional y se casaron en 1929.

Sin embargo, su relación fue compleja y marcada por las infidelidades de Rivera.

Frida, apasionada y sufrida, plasmó sus sentimientos en cartas y poemas dirigidos a Diego, describiéndolo como el refugio de sus alegrías y la luz violeta de su vida.

A pesar de las aventuras extramatrimoniales de Rivera, Frida expresó un amor incondicional hacia él, a menudo contrastado con sentimientos de soledad.

Carta del 12 de septiembre de 1939"Mi noche es como un gran corazón palpitante.

Son las tres y media de la madrugada.

Mi noche no tiene luna.

Mi noche tiene grandes ojos que miran fijamente la luz gris que se filtra por las ventanas.

Mi noche llora y la almohada se humedece y se enfría.

Mi noche es larga y larga y larga y siempre parece estirarse hacia un final incierto.

Mi noche me precipita en tu ausencia.

Te busco, busco tu cuerpo inmenso a mi lado, tu aliento, tu olor.

Mi noche me responde con el vacío; mi noche me da frío y soledad.

Busco un punto de contacto: tu piel.

¿Dónde estás? ¿Dónde estás tú? Me giro hacia todos lados, la almohada mojada, mi mejilla pegada a ella, mi pelo mojado contra mis sienes.

No puedes no estar aquí.

Mi cabeza divaga, mis pensamientos van y vienen y se estrellan, mi cuerpo no puede entenderlo.

Mi cuerpo te desea.

Mi cuerpo, este peligro mutilado, quisiera un momento para olvidarse en tu calor, mi cuerpo pide a gritos unas horas de serenidad.

Mi noche es una fregona del corazón.

Mi noche sabe que me gustaría mirarte, cada curva de tu cuerpo, reconocer tu rostro y acariciarlo.

Mi noche me sofoca con tu falta.

Mi noche palpita de amor, el amor que intento contener, pero que palpita en la penumbra, en cada fibra de mi ser.

Mi noche quisiera llamarte, pero no tiene voz.

Pero le gustaría llamarte y encontrarte y aferrarse a ti por un momento y olvidar este tiempo que mata.

[Mi noche arde de amor.

Son las cuatro de la mañana.

Mi noche me agota.

Sabe que te echo de menos y toda su oscuridad no basta para ocultar lo evidente.

Brilla como una hoja en la oscuridad.

[.

.

.

] Mi noche siempre te está buscando.

Mi cuerpo no concibe que unas calles o cualquier geografía nos separen.

[.

.

.

] Mi noche grita y rasga sus velos, mi noche choca contra su propio silencio, pero tu cuerpo no está en ninguna parte.

Te echo tanto de menos.

Y tus palabras.

Y tu color.

Pronto amanecerá".

– Frida.

Carta de antes de 1940‘Diego, amor mío, no olvides que en cuanto termines el fresco, nos volveremos a ver para siempre, sin discusiones ni nada: sólo para querernos mucho’.

– Frida.

Poema sin fecha: "Mereces un amor".

Mereces un amor que te quiera despeinada,incluso con las razones que te levantan de prisay con todo y los demonios que no te dejan dormir.

Mereces un amor que te haga sentir segura,que pueda comerse al mundo si camina de tu mano,que sienta que tus abrazos van perfectos con su piel.

Mereces un amor que quiera bailar contigo,que visite el paraíso cada vez que ve tus ojosy que no se aburra nunca de leer tus expresiones.

Mereces un amor que te escuche cuando cantas,que te apoye en tus ridículos,que respete que eres libre,que te acompañe en tu vuelo,que no le asuste caer.

Mereces un amor que se lleve las mentiras,que te traiga la ilusión,y la poesía.

Carta sin fecha‘Hoy he pensado en ti.

Aunque no te lo mereces, tengo que admitir que te quiero.

¿Cómo olvidar el día en que te pedí por primera vez una opinión sobre mis cuadros? Yo, todavía una joven tonta, tú, un gran señor de mirada lasciva.

Me diste la respuesta que esperaba, para mi satisfacción, para verme feliz, sin siquiera conocerme me empujaste a seguir pintando.

Mi Diego, mi alma ha recordado que siempre te amaré aunque no estés a mi lado.

En mi soledad te digo que amar no es un pecado imperdonable.

[.

.

.

] Le pregunté a mi corazón por qué a ti y no a otro’.

– Frida.

Carta de 1953'Te escribo esto desde una habitación de hospital, la sala de preparación para el quirófano.

Intentan meterme a prisa, pero estoy decidida a terminar esta carta.

No me gusta hacer las cosas a medias, y menos ahora que sé lo que planean: quieren herir mi orgullo cortándome un pie.

Cuando me dijeron que tenían que amputarme la pierna, no me afectó como todos pensaban.

No, ya era una mujer incompleta cuando la perdí aquella otra vez, quizá la enésima, y aun así sobreviví.

Eso no ha cambiado mi dolor y lo sabes, es casi una condición inmanente de mi ser, aunque he sufrido, y mucho, el tiempo, todas las veces que me engañaste.

No sólo con mi hermana, sino con tantas otras mujeres.

¿Cómo han podido caer en tu trampa? [.

.

.

] Nunca he entendido qué buscabas, qué buscas, qué te dan y te han dado que yo no te haya dado.

Porque, reconozcámoslo Diego, te he dado todo lo humanamente posible y lo sabemos.

Ahora lo ves, mi fragmentación estará a la vista de todos, incluido tú.

[.

.

.

] Te escribo para decirte que te libero de mí.

Te 'aíslo' de mí.

Sé feliz y no intentes verme nunca más.

No quiero saber nada de ti ni que sepas nada de mí.

[Eso es todo.

Por fin puedo irme y descansar en paz.

Se despide quien te amó con impetuosa locura'.

– Frida.

En medio de sus luchas personales y desafíos de salud, Frida continuó escribiendo a Diego incluso cuando estaba hospitalizada.

La última correspondencia, en 1953, unos meses antes de su muerte, revela una amalgama de emociones, desde el amor profundo hasta la ira inmensa.

Estas cartas, verdaderas obras de arte literario, capturan la complejidad de una relación que fue tormentosa pero que dejó una huella indeleble en la historia del arte y en el corazón de ambos artistas.

Cabe destacar que las cartas escritas por Frida a Diego abarcan desde expresiones apasionadas de amor hasta revelaciones de su soledad y rabia.

En una de ellas, Frida expresa su deseo de entender la línea, la forma y el movimiento, mientras Diego representa todas las combinaciones de números, la vida misma.



Síguenos en Facebook y entérate de las noticias trend de la semana

No hay comentarios.:

Publicar un comentario