El reciente incidente con un iPhone 15 Pro Max, que resultó en la fusión de un cable USB-C genérico, ha encendido el debate sobre la seguridad en la carga de dispositivos con cables no oficiales.
La transición a puertos USB-C, impulsada en parte por regulaciones de la Unión Europea, no exime a los usuarios de la responsabilidad de elegir accesorios de carga adecuados.
El usuario de Reddit, NoisyMarvellous, compartió su experiencia desafortunada al descubrir que su iPhone 15 Pro Max había derretido un cable USB-C durante una carga nocturna.
Esta situación alarmante dejó el dispositivo con daños aparentemente irreparables.
A pesar de usar un adaptador de viaje y un cable de Amazon, lo que él describió como un "cable genérico", el resultado fue un desastre.
Este incidente ha generado un debate intenso en la comunidad en línea.
Mientras algunos culpan al cable por no ser de calidad, otros señalan la responsabilidad del usuario por no optar por accesorios oficiales o certificados.
El consenso parece ser que, a pesar de la versatilidad del puerto USB-C, no todos los cables son seguros o adecuados para su uso con dispositivos de alta gama como el iPhone 15 Pro Max.
Lo que este caso destaca es la importancia de la certificación Made for iPhone (MFi).
Antes de la llegada de la serie iPhone 15, ya se rumoreaba que Apple enfatizaría la importancia de usar accesorios certificados.
Este incidente parece validar esos rumores, demostrando que la certificación MFi, lejos de ser una simple medida restrictiva, es una salvaguarda crucial contra riesgos potenciales al cargar dispositivos.
Actualmente, los únicos modelos de iPhone que tienen un puerto USB-C son los iPhone 15, iPhone 15 Pro y iPhone 15 Pro Max.
Este será la nueva conexión de los nuevos modelos que lance Apple.
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