golpe de Estado ocurrido esta semana en , liderado por el general Brice Oligui Nguema, quien fue nombrado como presidente transitorio, demuestra las carencias que padece en todos los sectores, el , el y el , lo que lo ha mantenido como el continente con mayor cantidad de personas en y en el que han habido más golpes de Estado en los últimos cuatro años.
Sudán, sufrieron dos rebeliones en tan solo dos años.
La primera ocurrió el 11 de abril de 2019, cuando el ejército logró derrocar al mandatario Omar al Bashir, quien duró 30 años en el poder, mientras que el 25 de octubre de 2021, las fuerzas armadas detuvieron primer ministro Abdalla Hamdok, por lo que se anunció la disolución de su gobierno.
El tercer caso sucedió en , cuando el presidente del país, Idriss Déby, murió el 20 de abril de 2021, durante un enfrentamiento armado contra un grupo de rebeldes, después de 31 años en el poder.
Ante su muerte, su hijo, el general Mahamat Idriss Déby, ascendió inmediatamente al poder mientras se organizaba la transición.
Después de dos años, Déby hijo continúa como líder del país y al parecer no le importa haber incumplido lo estipulado en su Constitución.
18 de agosto de 2020 se dio la cuarta sublevación, ahora en , cuando el coronel Assimi Goïta derrocó al mandatario Ibrahim Boubacar Keita, quien cumplía siete años en la silla presidencial, y disolvió el gobierno y el parlamento para que en septiembre, Ba N'Daou, fuera nombrado como gobernante interino.
Assimi Goïta, tuvo que volver a intervenir el 25 de mayo de 2021 para quitar del poder a N'Daou, quien presuntamente saboteó la transición pactada tras el golpe de un año atrás, siendo este el quinto levantamiento.
Al igual que en Mali, en han habido dos golpes de Estado durante los últimos dos años, primero, el del 24 de enero de 2022, en el que al dirigente Roch Kaboré fue destituido después de 7 años en el cargo por las fuerzas militares del país, lideradas por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, quien quedó como presidente interino.
El segundo conflicto en —y séptimo para el continente— se dio el 30 de septiembre de 2022, cuando el capitán Ibrahim Traoré destituyó a Sandaogo Damiba por su incapacidad para hacer frente a una insurgencia islamista.
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Guinea-Conakri, el coronel Mamady Doumbouya se alzó contra el presidente Alpha Condé el 5 de septiembre de 2021, quien quiso ocupar por tercera vez consecutiva el cargo de presidente, por lo que su mandato de 11 años ya no logró extenderse aún más, y el que se contabilizó como el octavo golpe de Estado africano en los últimos años.
10 golpes de Estado, se puede decir que padece una epidemia de sublevaciones, lo que atenta cada vez más contra la casi inexistente estabilidad del continente más pobre del mundo, en el que cualquier gobernante puede mantenerse en el poder por décadas sin consecuencia alguna, hasta que un militar con hambre de poder respaldado por el hartazgo de los habitantes, puede llegar a liderar una nación y controlar los recursos de los que dependen millones de habitantes.
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