El fiscal general de , en el medio oeste de Estados Unidos, publicó un informe de 696 páginas que revela abusos sexuales generalizados por parte del clero católico romano en el estado; que, según dice, no se denunciaron y, en algunos casos, se toleraron.
El informe contó 1.
997 niños sobrevivientes a lo largo de siete décadas, desde la década de 1950 hasta 2019.
Entre los hallazgos se encuentran que 451 clérigos y hermanos religiosos habían corroborado denuncias de abuso sexual contra ellos.
Eso es aproximadamente 149 abusadores sexuales de niños más de lo que revelaron previamente las seis diócesis católicas que operan en Illinois, según el informe, que revela los nombres de los presuntos abusadores y las fechas en las que fueron acusados de dañar a los niños.
“Es posible que estos perpetradores nunca rindan cuentas ante un tribunal de justicia, pero al nombrarlos aquí, la intención es proporcionar una rendición de cuentas pública y una medida de curación a los sobrevivientes que han sufrido en silencio durante mucho tiempo”, dijo el fiscal general de Illinois, Kwame Raoul, en comunicado de prensa.
Raoul retomó la investigación después de que su predecesora, Lisa Madigan, decidiera no buscar la reelección en 2018.
Madigan había iniciado una investigación ese año después de acusar a la Iglesia Católica de subestimar la cantidad de abusadores sexuales de niños entre su personal.
A raíz de una exitosa investigación del gran jurado de 2018 sobre la Iglesia Católica en el estado de Pensilvania, las diócesis de Illinois inicialmente revelaron 103 presuntos abusadores en su sitio web.
El informe del martes dijo que ese número aumentó en 81 meses después de que la oficina del fiscal general de Illinois iniciara su investigación.
Se analizaron aproximadamente 100,000 páginas de documentos diocesanos como parte de la investigación, y la oficina del fiscal general presentó más de 600 denuncias de víctimas.
En un caso, un sobreviviente recordó cómo un sacerdote supuestamente le ofreció galletas antes de comenzar a acariciarlo en la cocina de la rectoría.
Ese tipo de abuso ocurrió varias veces después, dijo el sobreviviente en el informe.
A raíz del informe, Blase Cupich, el arzobispo de Chicago, trató de calmar las preocupaciones de que la Iglesia Católica había sido negligente al documentar e investigar casos de abuso sexual infantil.
Lanzó una declaración en video el martes diciendo que, desde 2006, su organización ha mantenido y actualizado una lista pública de clérigos identificados como abusadores a través de investigaciones y revisiones independientes.
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