Por lo menos una vez a la semana, las amas de casa hacen una lista de frutas, verduras y vegetales que compran en tianguis o supermercados para preparar las comidas diarias.
Cítricos como naranja, mandarina, toronja y, por supuesto, el limón no pueden faltar en casa, ya que son alimentos indispensables en la cocina de todo buen mexicano.
El limón es indispensable para dar sabor a diferentes platillos como caldos a los deliciosos taquitos que a todos nos gustan, pero de seguro te ha pasado que, después de partirlos, te das cuenta de que no tienen jugo.
Para que eso no te vuelva a ocurrir debes considerar algunas recomendaciones, a fin de reconocer una buena fruta en el mercado y asegurar que tu compra será efectiva.
Así que, toma nota con los siguientes tips que te compartimos en las noticias.
Antes de comprarlo observa bien la apariencia externa, cuando un limón tiene mucho jugo su piel luce más lisa y no es tan porosa, incluso puede verse un poco brillante.
Los limones de cáscara gruesa puede que no estén tan jugosos.
Cuando estés comprando limones, procura elegir las piezas que tengan un color uniforme, es decir que no estén pintos o que tengan pequeñas líneas o círculos de color marrón o se vean un poco amarillos.
Si tienes la oportunidad de elegirlos tú misma, trata de calcular que el peso corresponda al tamaño del limón, hay ocasiones en las que el limón es muy grande, pero su peso es ligero, en esos casos el limón está seco.
En el refrigerador pueden durar con facilidad entre dos y tres semanas.
Si se introduce en una bolsa zip o en un recipiente con poco aire tardarán más en deshidratarse, prolongando su tiempo de vida a un plazo superior al mes más allá del limonero.
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