Existen diversas razones para que los y las adolescentes decidan dejar su lugar de orígen y migrar, para el caso particular de las mujeres de 15 a 19 años, una de cada cinco piensa que la violencia sexual o de género es un motivo importante para migrar, esto según resultados de una investigación “Mujeres adolescentes en crisis” realizada por la organización Plan Internacional en colaboración con la Unión Europea.
La investigación que fue realizada en Guatemala, México, el Salvador y Honduras menciona que el 39% de las adolescentes perciben un ambiente familiar y comunitario lleno de violencias, entre la que destaca la violencia sexual, pues el 29% de ellas piensa que son los familaires o personas cercanas los que cometen este tipo de delito.
El desplazamiento de mujeres adolescentes, menciona la investigación, encuentra su problema central en la situación de pobreza que enfrenta Centroamérica, ya que es una de las regiones con mayor vulnerabilidad económica que se combina con la prevalencia de desigualdades por razones de género y de edad.
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Así lo confirma también la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), quien menciona que la pobreza y la pobreza extrema alcanzaron en 2020 en América Latina niveles que no se han observado en los últimos 12 y 20 años, respectivamente, así como un empeoramiento de los índices de desigualdad en la región debido a la pandemia por covid-19, ocasionando estragos en poblaciones vulnerables, como los son las niñas, niños y adolescentesAlrededor de 7.
9 millones de migrantes en América Latina y el Caribe son menores de 18 años y las niñas y adolescentes representan un 20% del total de las mujeres que migran.
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Un testimonio proporcionado por la organización Plan Internacional cuenta en entrevista que llegó a México debido a la violencia que sufría dentro de su hogar, sobre todo por parte de su padre, quien abusaba sexualmente de ella y de su hermana, mencionando que esta situación fue un factor crucial para dejar El Salvador “por eso nos venimos, para que ya no volviera a suceder, nos salimos con mis otros hermanos y mi tía y acá ya nos sentimos mejor, más tranquilas”.
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Los abusos sexuales y físicos es un fenómeno que experimentan muchas mujeres en la región, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la región América Latina y el Caribe, 1.
1 millones de niñas adolescentes de 15 a 19 años han experimentado violencia sexual o cualquier otro acto sexual forzado1 y al menos 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual en algún momento de sus vidas.
A los abusos sexuales, se les puede sumar los embarazos adolescentes, el bullying escolar y la pobreza como razones suficientes para que adolescentes dejen su lugar de orígen, menciona el informe, pues el 45,7% de las adolescentes señalan la falta de empleo como motivo para migrar, seguidas por la violencia (19,1%), la dificultad para acceder a la educación (11,7%) y la inseguridad (7,4%).
Otra mujer salvadoreña reafirma que es común que la violencia empuje a las adolescentes a salir de sus comunidades, “Yo, al igual que ellas, pienso que a veces las personas emigran por situaciones de violencia, porque en sus casas o comunidad hay maltrato, porque hay síntomas de violencia.
Aquí está como una puerta cerrada, no vemos oportunidades aquí en el país.
Aquí están los amigos, la familia, es lo que uno deja cuando uno emigra”.
Sin embargo, la violencia para las mujeres no termina al dejar sus países, al migrar, situaciones como violaciones o secuestros aumentan los riesgos de violencia para este sector poblacional, agregan datos del presente informe.
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Cuando las adolescentes dejan su lugar de orígen por motivos de violencia o abuso, la mayoría se enfrentan a situaciones de violencia en el trayecto, así lo confirman algunos testimonios, como el de una adolescente de 16 años nicaragüense “estuvimos dos semanas en trayecto, prácticamente vivíamos en la calle.
Siempre había retenes, y en todos los retenes había que pagar, dar dinero.
” menciona.
Además de las extorsiones monetarias, los trayectos emprendido por la adolescentes suelen ser peligrosos y en ambientes muy adversos, este fue el caso de una adolescente venezolana de 15 años entrevistada en México, quien cuenta que caminó más de 5 horas por la selva de Darién, describiendolo como un infierno.
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“Son más de cinco días caminando en la selva, con el lodo hasta la espalda, con bichos todo el tiempo picando, sin comida y mucho miedo.
Siempre supimos de las violaciones, pero a nosotros no nos pasó nada afortunadamente.
Supimos que violaron a quienes iban delante de nosotros, pero no a nosotros.
Hay veces, dicen, que violan a todos los que van, sean hombres o mujeres, pero a nosotros no nos pasó.
”Aunque testimonios cuentan que muchas de las adolescentes que migran saben muy bien que pueden ser blanco de violaciones, aún así deciden tomar estrategías para intentar que esto no suceda, así lo cuenta una adolescente venezolana de 16 años, a quien su mamá tuvo que vestir de hombre para evitar una violación “Mi mamá tuvo que vestirme de hombre casi todo el camino para evitar que me pasara algo, y aquí cuando tenemos que salir a algún trámite, me siento insegura”.
Incluso testimonios reportan como los albergues pueden volverse espacios inseguros para las adolescentes “Pues aquí –albergue– también hemos tenido casos de que algunos hombres han intentado abusar de las mujeres; una vez me pasó a mí, pero fui y lo denuncié y corrieron al señor.
” cuenta una adolescente de orígen nicaragüense en su estancia en México como migrante.
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La ONU desde hace casi una década ha documentado casos de violencia contra las mujeres migrantes que transitan por México, refiriendo que la violencia sexual en particular es utilizada por agentes estatales, así como por civiles a cambio de la no deportación.
Por estos motivos, organizaciones civiles, organismos internacionales y activistas, recalcan que de no atenderse los problemas de desigualdades en este sector poblacional, los números de migración no descienden, al mismo tiempo de ser necesarias las capacitaciones con perspectiva de género al personal de primer contacto con población migrante.
Una nueva iniciativa para hacerle frente a la problemática es la emprendida por la Organización Plan Internacional, que con un plan de tres años en Centroamérica, propone crear entornos seguros seguros a las niñas, niños y adolescentes afectados por espirales de violencia, desplazamiento forzado y migración insegura, todo ello desde un enfoque de género en colaboración con Save de Children, IMALAB, EDUCO y el Fondo de Población para las Naciones Unidas (UNFPA).
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