Ciudad Juárez, Chihuahua, a donde viajó para sostener una reunión con trabajadores del Banco del Bienestar y servidores públicos, el presidente Andrés ManuelLópez Obrador fue interceptado por migrantes a su salida del Gimnasio del Bachilleres de esa capital.
Al percatarse de la presencia del mandatario, un grupo de jóvenes centroamericanos gritaron una serie de consignas en contra del gobierno, exigiendo justicia por la tragedia del pasado lunes 27 de marzo donde perdieron la vida 39 personas.
Los manifestantes lograron llegar hasta la camioneta, escoltada por personal de ayudantÃa de la presidencia, pedirle que se bajara para poder hablar con ellos, pero no aceptó y entre empujones y gritos, la gente fue separada del vehÃculo, lo cual molestó a los inconformes que como pudieron, frenaron la camioneta.
Fue entonces, cuando el presidente López Obrador acusó a los manifestantes de haber sido enviados por la gobernadora panista Maru Campos, diciéndoles: "no somos iguales amor, no nos confundas, qué se me hace que te mandó Maru, mi amor" .
En tanto, los extranjeros gritaban “¡Muerte no, vida sÃ!”, “Somos inmigrantes, todos somos hermanos, merecemos respeto!”, “Hoy fueron ellos, mañana podrán ser otrosMinutos antes del encuentro con los manifestantes, el presidente respondió desde lo lejos a los periodistas que seguÃan su recorrido “Se va a hacer justicia”.
En las redes sociales, la situación abrió un debate entre quienes juzgan la actitud del presidente, pues ignoró una manifestación pacÃfica que buscaba el diálogo; y quienes calificaron la forma de abordar de los inmigrantes como violenta.
Las imágenes contrastan entre aquellas del enfrentamiento, con la de un grupo de simpatizantes que lo esperaban con pancartas y banderas del partido Morena, a quienes si se detuvo a saludar.
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