papa Francisco hizo un llamado este domingo a deponer las armas durante su misa al aire libre en Juba, la capital de Sudán del Sur, que marcó el final de su visita a este país africano que se encuentra envuelto en una ola de violencia y miseria.
Durante su visita de 48 horas, el máximo líder de la iglesia católica pidió la paz en el país de mayoría cristiana, que entre 2013 y 2018 estuvo inmerso en una guerra civil entre los partidarios de los dos líderes rivales, Salva Kiir y Riek Machar, que tuvo como resultado 380 mil muertos y millones de desplazados.
"Depongamos las armas del odio y de la venganza (.
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) superemos las antipatías y aversiones que con el tiempo se han vuelto crónicas y amenazan con contraponer las tribus y las etnias" dijo durante la misa.
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Previo a la misa, el pontífice saludó y bendijo a la multitud durante un paseo en su papamóvil, al ritmo de los gritos de alegría y las panderetas.
Durante sus actividades del pasado sábado, el papa también hizo un llamado para otorgar una "vida digna" para los desplazados internos de este país que en diciembre contaba con unos 2,2 millones de desplazados internos, de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)La ONU y la comunidad internacional acusan a los dirigentes sursudaneses de alimentar la violencia, reprimir las libertades políticas y malversar fondos públicos.
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También A pesar del acuerdo de paz firmado en 2018 en el país que se independizó de Sudán en 2011, la violencia sigue expandiéndose en el país.
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