extendió una declaración de emergencia a otra región mientras los luchaban por controlar docenas de incendios forestales que han matado al menos a 23 personas en medio de una ola de calor sin precedentes.
El sábado, el gobierno declaró estado de catástrofe en la región de La Araucanía, al sur de Ñuble y Biobío, dos regiones del centro-sur donde ya se había emitido una declaración de emergencia.
La medida permite una mayor cooperación con los militares.
Al menos 23 personas han muerto en relación con los incendios y al menos 979 personas han resultado heridas por los furiosos incendios, incluidas 16 en estado grave, según la ministra del Interior, Carolina Toha.
Es probable que aumente el número de muertos, ya que Toha dijo que hay informes no confirmados de al menos 10 personas desaparecidas.
Durante la semana pasada, los incendios arrasaron un área equivalente a la que normalmente se quema en todo un año, dijo Toha en una conferencia de prensa.
Hasta el sábado por la mañana, había 251 incendios forestales en todo Chile, 151 de los cuales estaban bajo control, según la agencia de desastres Senapred de Chile.
El ministro también sugirió que los incendios deberían servir como otra llamada de atención sobre los efectos del cambio climático.
“La evolución del cambio climático nos demuestra una y otra vez que este tiene una centralidad y una capacidad de causar un impacto que tenemos que interiorizar mucho más.
Chile es uno de los países con mayor vulnerabilidad al cambio climático, y esto no es teoría sino experiencia práctica”.
Chile solicita cooperación internacional para ayudar en los esfuerzos de extinción de incendios.
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