El gobierno de Turquía detuvo a más de cien personas relacionadas con la construcción de edificios que colapsaron, tras los recientes sismos y que han ocasionado la muerte de más de 21 mil habitantes.
Las medidas se tomaron ante las fuertes críticas por la lenta respuesta del gobierno para atender a la población afectada y debido a las presiones de quienes afirman los edificios se vinieron abajo por una construcción de mala calidad.
Más de cien personas fueron detenidas en las diez provincias dañadas por el terremoto, informó la agencia de noticias estatal Anadolu, ya que el Ministerio de Justicia de Turquía ordenó a los funcionarios de esas provincias que establecieran Unidades de Investigación de Crímenes de Terremotos.
Las autoridades ordenaron designar fiscales que indagarán y presentarán cargos contra los constructores responsables del colapso de edificios que no cumplían los códigos establecidos luego de un desastre similar ocurrido en 1999.
La población está indignada por las prácticas de corrupción de las constructoras que originaron los derrumbes y sus alianzas con el gobierno para obtener los permisos correspondientes.
En el barrio Saraykint de Antakya, un edificio nuevo de lujo con 90 departamentos se vino abajo.
Los sobrevivientes señalaron que se construyó en tiempo récord.
Mehmet Ertan Akay, el constructor de un complejo derrumbado en la ciudad de Gaziantep, muy afectada, fue acusado de homicidio involuntario y violación de la ley de construcción pública.
En el Aeropuerto de Estambul fue detenido un promotor inmobiliario que trataba de huir después del colapso de una de las residencias que construyó.
Se estima que al menos 6 mil edificios se derrumbaron tras el terremoto de magnitud 7.
8 que sacudió Turquía y Siria y que causó más de 25 mil muertos.
Por ello, los fiscales han iniciado una oleada de investigaciones en las provincias afectadas.
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