El consumo de plantas medicinales, en concreto, hongos alucinógenos ha existido a lo largo y lo ancho del planeta tierra.
Su consumo se remonta al uso para rituales o ceremonias religiosas en las sociedades antigual.
En la actualidad, muchas personas comienzan a tomar microdosis de drogas alucinógenas para tratar de mejorar su salud mental.
Estas personas recurren a estos tratamientos como una manera alternativa de sobrellevar sus síntomas.
En el caso de ciertos individuos, que han vivido bajo medicación debido al ser diagnosticados desde muy pequeños, lo hacen para no volver a recurrir a un medicamento recetado.
Esta práctica antigua ha estado cobrando popularidad en varias partes del mundo.
El día de hoy en las noticias te contamos más sobre esta práctica.
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Los expertos suelen definir la microdosificación como la ingesta del cinco al diez por ciento de una dosis completa de droga psicodélica, por lo general LSD o psilocibina, como una manera de obtener los supuestos beneficios para la salud mental del compuesto sin la estimulación alucinógena.
Por ejemplo, en un entorno clínico, un hombre de 70 kilogramos podría tomar 20 miligramos de psilocibina para acceder a una experiencia psicodélica completa.
Con microdosis, solo tomaría de uno a dos miligramos.
Hay quienes dicen que, si se toman varias veces a la semana, a ese nivel, las drogas pueden estimular la creatividad y darle al mundo un toque más vivaz y brillante, como si estuviera en alta definición.
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En la práctica, sólo una tercera parte de las personas que toman microdosis miden con cuidado la cantidad de psicodélico que ingieres; la mayoría solo toma lo suficiente para empezar a sentir los efectos, que suelen comenzar al cabo de una hora y pueden durar de cuatro a seis horas.
Eso requiere algo de ensayo y error, sobre todo cuando se consumen hongos, que pueden tener distintas concentraciones de psilocibina.
(El efecto secundario negativo más reportado sobre las microdosis es ingerir demasiada cantidad por accidente, lo cual no es peligroso, pero puede ser inconveniente.
Los investigadores afirman que la ingesta frecuente de dosis respectivas de una droga alucinógena, en teoría, podría producir estrés en el corazón).
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Las investigaciones sobre los beneficios para la salud mental de las dosis completas de psicodélicos son prometedoras.
Un estudio en fase temprana halló que la psilocibina, en dosis elevadas, podría ser igual de eficaz que un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina para tratar la depresión.
Las dosis completas de psicodélicos ayudan al cerebro a desarrollar nuevas conexiones celulares, un proceso llamado neuroplasticidad, y hay evidencia de que las microdosis producen cambios similares.
Muchos de los primeros científicos en investigar los efectos de las dosis completas de psicodélicos han comenzado a analizar si una microdosis podría ser beneficiosa.
La evidencia sigue siendo limitada, y las opiniones de los expertos están divididas en torno a cómo es que las microdosis ayudan a las personas, o si es que lo hacen.
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Se han realizado numerosos estudios, dos de los ensayos más grandes de microdosis controlados con placebo se publicaron en 2021, ambos sugieren que los experimentan las personas provienen del efecto placebo.
En los estudios, los voluntarios usaron sus propias drogas para participar y sin saberlo, recibieron dosis activas o un placebo, presentados en cápsulas idénticas.
Al cabo de varias semanas, el estado de ánimo y bienestar de casi todos los participantes había mejorado, sin importar lo que hubieran tomado.
Uno de los mayores problemas de las investigaciones sobre la microdosificación es que es difícil bloquear el efecto placebo en los estudios de una sustancia psicoactiva.
En uno de los ensayos, el 72 por ciento de las personas adivinaron correctamente lo que habían tomado, lo que significa que el proceso ya no es ciego.
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Para los estudios que mostraron efectos en el cerebro, los mayores cambios se notaban en el espectro más elevado de las microdosis - de 20 a 26 microgramos de LSD y 3 miligramos de psilocibina - cantidad con la que la gente suele empezar a percibir los efectos de la droga.
Fuera del laboratorio, la mayoría de usuarios toman dosis para llegar a una sensación similar y sutil de que tomaron algo.
A ese nivel, la microdosis es ya de casi media dosis, o quizá sus expectativas intensifican los beneficios de la droga porque pueden sentir cierto efecto.
Algunos de los usuarios que dicen emplear las microdosis están conscientes de que los beneficios pueden ser un efecto placebo.
Pero en su opinión, cómo funciona es menos importante que la ayuda que les ha brindado.
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