Pakistán ha visto un aumento dramático en los ataques terroristas durante el año pasado, especialmente desde que el grupo militante islamista Tehreek-e-TalibanTTP) puso fin a un alto el fuego de meses con el gobierno pakistaní.
Los ataques, muchos de ellos llevados a cabo por el TTP, han tenido como objetivo no solo a los servicios militares, policiales y de inteligencia de la nación del sur de Asia, sino también a los trabajadores de la poliomielitis y otros civiles.
El TTP, comúnmente conocido como los talibanes paquistaníes, es un grupo paraguas de militantes que es un aliado cercano de los talibanes afganos, que tomaron el poder en el vecino Afganistán en agosto de 2021 cuando las tropas estadounidenses y de la OTAN estaban en las etapas finales de su retirada de la país después de 20 años de guerra.
Muchos líderes y combatientes del TTP han encontrado refugio y han estado viviendo abiertamente en Afganistán desde que los talibanes tomaron el poder, lo que ha envalentonado al TTP.
Las autoridades pakistaníes criticaron al equipo por lanzar ataques en el país desde suelo afgano y prometieron tomar medidas duras.
El ministro del Interior, Rana Sanaullah Khan, recientemente trató de asegurarle a la nación que las fuerzas de seguridad estaban contrarrestando al TTP, mientras que también se estaban realizando esfuerzos para llevar al grupo militante a la mesa de negociaciones.
Dijo que los talibanes pakistaníes primero tendrían que deponer las armas.
El liderazgo en Kabul ha descrito las declaraciones de Islamabad que culpan a los talibanes afganos como "provocadoras".
El ex primer ministro de Pakistán, Imran Khan, considerado un partidario acérrimo de la toma del poder por los talibanes en Afganistán, advirtió a Islamabad que no provoque a Kabul.
"Si no podemos mantener buenas relaciones con Afganistán, la nueva guerra contra el terrorismo se convertirá en una maldición para nosotros", dijo en un seminario el martes.
El partido político Pakistan Tehreek-e-Insaaf (PTI) de Khan dice que el gobierno del primer ministro Shahbaz Sharif quiere usar el TTP como excusa para permitir ataques con aviones no tripulados estadounidenses en Afganistán.
"Podrían decir que, dado que los talibanes afganos no lograron prevenir los ataques del TTP en Pakistán, Estados Unidos debería llevar a cabo ataques con aviones no tripulados contra el TTP dentro de Afganistán", dijo a DW Jamshed Iqbal Cheema, exasesor de Khan.
Mientras tanto, Estados Unidos agregó a TTP y su rama de al-Qaeda a su lista de "terroristas globales", lo que provocó sanciones contra los grupos.
El Departamento de Estado dijo en un comunicado en diciembre que Washington está "comprometido a usar su conjunto completo de herramientas antiterroristas" para contrarrestar la amenaza que representan estos grupos y evitar que los militantes utilicen Afganistán como "una plataforma para el terrorismo internacional".
Estados Unidos también nombró a los líderes de Al-Qaeda en el Subcontinente Indio (AQIS) como terroristas globales: Osama Mehmood, jefe de la rama de al-Qaeda, Atif Yahya Ghouri, subjefe de la rama de al-Qaeda, y Muhammad Maruf, quien es responsable de la contratación.
También designó al líder de TTP, Qari Amjad, que supervisa los ataques de militantes en el noroeste de Pakistán.
Sami Yousufzai, experto en asuntos de los talibanes afganos y paquistaníes, cree que Estados Unidos está preocupado por el aumento de los ataques del TTP en Pakistán.
"El TTP tiene vínculos muy estrechos con al-Qaeda", dijo, y agregó que su ascenso "podría alentar a otros grupos terroristas, lo que podría representar un serio desafío para la seguridad de Estados Unidos".
Noor Fatima, analista con sede en Islamabad, cree que esta convergencia de intereses de seguridad podría unir a Pakistán y Estados Unidos para luchar contra los talibanes.
"Pakistán debería ignorar las posibles protestas de los partidos religiosos porque apuntar a los militantes del TTP es de interés para los países.
Si Islamabad tiene que unir fuerzas con Estados Unidos para esto, no debería dudar".
Zia ur Rehman, investigadora paquistaní sobre militancia, comparte una opinión similar.
Pero cualquier colaboración de este tipo entre EE.
UU.
y Pakistán sería impopular en un país donde el sentimiento anti-EE.
UU.
ha sido alto, particularmente después de que Khan acusó a Washington de tramar una conspiración para expulsarlo del poder.
La cooperación en materia de seguridad con Estados Unidos en las circunstancias actuales sería una decisión difícil para Islamabad, dijo Rehman.
"Cualquier cooperación de este tipo también está destinada a tensar aún más los lazos de Pakistán con Afganistán", enfatizó.
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