estará solicitando pruebas obligatorias de COVID-19 a todos los viajeros procedentes de China, esto fue informado hoy por las autoridades sanitarias estadounidenses, con lo que se suman a India, Italia, Japón y Taiwán en la reimplementación de estas medidas tras la decisión de Pekín de levantar sus estrictas políticas de cero COVID.
Los funcionarios de Salud de EE.
UU.
dieron a conocer que desde el 5 de enero del 2023, todos los pasajeros aéreos mayores de dos años deberán tener una prueba negativa realizada no más de dos días antes de la salida de China, Hong Kong o Macao.
En caso de haber dado positivo desde más 10 días antes del vuelo, puede presentar los documentos que avalan su recuperación en lugar del resultado negativo, dijeron los funcionarios federales.
Como se ha informado en las noticias, China comenzó en diciembre a remover su régimen contra el COVID, uno de lo más estrictos del mundo, con confinamientos y pruebas masivas.
El levantamiento de estas restricciones fue en parte como resultado de unas protestas, donde se criticaban estas mismas medidas, sin embargo, actualmente China enfrenta una aumento de contagios que podría terminar con la infección de millones de personas al día, según algunos expertos internacionales en salud.
Pekín ha tenido que enfrentarse a la crítica internacional, donde se señala que sus datos oficiales sobre el COVID-19 y su recuento de muertes no son coherentes con la magnitud del brote.
Inclusive algunos expertos en salud mundial han asegurado que el virus podría estar infectando hasta a un millón de personas al día, y grupos internacionales de modelización han teorizado que China podría llegar a experimentar hasta 2 millones de muertes o más.
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