
El trastorno bipolar se trata de una enfermedad crónica que afecta directamente el estado del ánimo con episodios alternantes de depresión y períodos maníacos o hipomaníacos (mucha vitalidad).
El trastorno bipolar comienza a manifestarse típicamente en la adolescencia, 3ª o 4ª década de la vida.
El primer episodio puede ser maníaco, depresivo o mixto lo que conlleva que este trastorno debute con una determinada sintomatología.
En general, los episodios maníacos predominan en la juventud e inicio de edad adulta y los episodios depresivos predominan en edades más avanzadas, aunque se han descrito primeros casos de manía por encima de los 65 años.
Existen distintos tipos de bipolaridad que se pueden manifestar de distintos modos a lo largo de la vida.
En el trastorno bipolar tipo I se alternan episodios maníacos, depresivos y mixtos; en el trastorno bipolar tipo II se alternan episodios depresivos e hipomaníacos; y en la ciclotimia, una forma más leve de bipolaridad, se alternan numerosos períodos de síntomas depresivos que no llegan a alcanzar la intensidad o criterios suficientes de depresión mayor con otros períodos de síntomas hipomaníacos.
En el episodio maníaco, típicamente, se va desarrollando durante 1 o 2 semanas un humor eufórico o irritable, junto con otros síntomas como ideas de grandiosidad, disminución de la necesidad de dormir, aceleración del habla e hiperactividad.
Los episodios maníacos pueden cursar también con síntomas psicóticos (delirios y alucinaciones) y desinhibición conductual que pueden generar situaciones de riesgo para el propio paciente y las personas de su entorno.
Los síntomas más habituales son:.
Cuando el trastorno comienza por un episodio depresivo es frecuente que se trate de una depresión leve de semanas o meses de duración, con enlentecimiento psicomotor y/o hipersomnia (que no debe confundirse con un estado de pereza).
Estos síntomas luego evolucionan a manía.
Durante el episodio mixto coexisten síntomas de manía como la aceleración del habla, la hiperactividad y las ideas de grandiosidad junto con otros que aparecen en la depresión grave como la desesperanza, los sentimientos de culpa exagerados y la ideación suicida.
En la causa del trastorno bipolar predomina el componente biológico y un modelo muy aceptado explica la enfermedad como resultado de la combinación de un componente genético con determinadas situaciones vitales adversas que actúan como desencadenantes.
Los efectos probablemente pequeños, aditivos e interactivos de muchos genes confieren una mayor vulnerabilidad personal que posibilita que determinadas situaciones como el estrés, los periodos de falta de horas de sueño o el consumo de drogas o sustancias estimulantes ocasionan un desequilibrio de sistemas neuroquímicos (serotonina, noradrenalina, dopamina, etc.
) y probablemente hormonal que a su vez provocan los síntomas psíquicos y físicos de la enfermedad.
El diagnóstico del trastorno bipolar se basa en la evaluación clínica por parte del especialista en Psiquiatría.
Presenta síntomas y signos bastante característicos, lo que hace que no sea necesario, en muchos casos, realizar ninguna otra prueba diagnóstica.
Aunque en la actualidad el trastorno bipolar no tiene cura, existen tratamientos específicos cuyo objetivo es controlar la enfermedad en su aspecto de recurrencia, intentando mejorar y prevenir los episodios maníacos y depresivos y mejorar también la cronicidad, intentando que la evolución a largo plazo sea lo mejor posible.
El tratamiento se basará en el uso de fármacos, psicoeducación y psicoterapia en la que se ayuda al paciente a conocer aspectos de la forma de trastorno bipolar que presenta y cómo le afecta a cada persona en concreto.
Unas medidas de estilo de vida saludable (regularidad en el horario, cuidar las horas de sueño, evitar el consumo de drogas, realizar ejercicio físico, etc.
) ayudan a prevenir y controlar la sintomatología.
Síguenos en Twitter para mantenerte informado.
Síguenos en nuestra cuenta de Instagram.
Síguenos en Facebook y entérate de las noticias trend de la semana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario