
José Ignacio Contreras, magíster en bioingenieria de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibañez (UAI) del Campus Viña del Mar, ha desarrollado una estructura con partículas de biovidrio y biopolimeros para dar soporte a las celular vivas en el desarrollo del hueso.
La investigación empezó en 2021 y hasta ahora se realizó un prototipo de alta precisión por una bioimpresora en 3D, simultáneamente en el Laboratorio Federal de Suiza para Ciencias de los Materiales y Tecnología (EMPA) y el Centro de Bioingeniería de la UAI en Viña del Mar Chile se hacia el desarrollo y la experimentación de dicho estudio.
El punto del estudio es hacer el reemplazo del uso de estructuras metálicas en cirugias ortopedicas, solo en la situación de que el cuerpo tenga la posibilidad de regenerarse, también busca reducir la posibilidad de rechazo de otras prótesis, usando PCL con biovidrio (materiales aprobados por la FDA de Estados Unidos), materiales con una mayor posibilidad de degradación en el cuerpo humano.
José Ignacio Contreras considera este hallazgo como sorprendente, ya que hasta ahora en cirugías de niños, se asume que el crecimiento natural del hueso tras una cirugía mayor, implicaría una segunda intervención con el tiempo, para evitar la liberación de partículas tóxicas y una serie de complicaciones que ahora se verían eliminadas.
Para otros académicos el proyecto les parece revolucionario porque combina la medicina e ingeniería los cuales también permanecen fabricando elementos artificiales para mejorar las funciones músculo esqueléticas.
La tecnología aplicada en biomateriales permite desarrollar dispositivos más semejantes al cuerpo humano, antes se recreaban prototipos del tamaño de una aspirina, gracias a la ingeniería, tecnología y todos los avances que existen hasta el dia de hoy se pueden hacer estructuras de mayor tamaño de manera precisa lo que permite a los médicos visualizar y experimentar para posteriormente aplicarlos en seres vivos.
Por el momento el cultivo celular ha tenido una respuesta positiva por lo que se prevé experimentar en animales y en un futuro en seres humanos.
También El desarrollo micro arquitectónico del prototipo es un hallazgo increíble por la aplicación de la bioimpresión y de la precisión en mayor escala del cuerpo humano.
Jose Ignacio Contreras creó la estructura con biovidrio, al momento de degradarse en el cuerpo crea una capa de material compatible con las células, por lo que incluye un componente natural del hueso, realizó una estancia de investigación en Suiza en los últimos 5 años, perteneció a un grupo de trabajo en biomecánica y diseño de implantes de EMPA.
“Ser parte de este grupo en EMPA me permitió acceder a tecnología mecánica y de impresión en plazos inimaginables en Twitter para mantenerte informado.
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