
10 de noviembre, miles de peruanos se reunirán en el centro histórico de Lima, para manifestarse en contra del gobierno que encabeza Pedro Castillo, todo esto en el marco de su tercera moción de vacancia en curso.
Cabe señalar, que el movimiento denominado “La toma de Lima”, es promovido por sindicatos y organizaciones sociales, que habÃan mantenido su apoyo incondicional a la administración de Castillo.
Organizadores de la manifestación, indicaron que se busca exhortar al gobierno a tomar medidas prometidas en la campaña del 2021 como la convocatoria a una asamblea constituyente para la redacción de una nueva Carta Magna.
Por otro lado, miembros del Movimiento Unidad Popular mencionan que la manifestación es en contra del “golpismo de la ultraderecha, el neoliberalismo y la corrupción”.
Esto aunado a la situación económica nacional y mundial que ha empeorado en los últimos meses.
Desde hace varias semanas, miles de personas marcharon en Perú pidiendo la renuncia del presidente izquierdista Pedro Castillo, situación que ha sido calificada como un golpe de estado, ya que el presidente ha sido señalado por presuntos delitos relacionados con liderar una organización criminal, tráfico de influencias y colusión, por lo que exigen su renuncia .
Cabe señalar, que no es la primera vez que se da este tipo de movimiento, pues este 5 de noviembre se llevó a cabo la marcha denominada “Reacciona Perú” y que se repetirá este domingo 20, cabe señalar que más de 200 organizaciones sociales civiles, se han unido para tomar las calles para pedir el fin de la crisis polÃtica.
Por su parte, Pedro Castillo ya se pronunció sobre la marcha de este jueves, expresando que no le debe nada a nadie por haber llegado a la Presidencia, por lo que aseguró que seguirá trabajando a favor de la ciudadanÃa.
se deslindó sobre posibles infiltrados que presuntamente aprovecharÃan la marcha para generar disturbios.
“Este gobierno es totalmente respetuoso, no solamente para que la población, los ciudadanos se manifiesten, se movilicen, pero con todo respeto.
También hay que deslindar con ciertos infiltrados en las movilizaciones que hacen quedar mal a la autoridad y a los dirigentes.
La movilización, el derecho a la protesta y la huelga, tiene que ser un derechos constitucional”, manifestó.
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