Boris Bondarev, quien trabajó para promover los objetivos de política exterior de Vladimir Putin durante años antes de renunciar por la guerra en Ucrania, analiza los objetivos de Putin y si el líder ruso usaría un arma nuclearLa invasión de Ucrania por parte de Moscú ha asestado un duro golpe a la política exterior rusa y ha dejado a los diplomáticos del país con la tarea "imposible" de intentar alcanzar los objetivos del Kremlin en medio de un aislamiento cada vez mayor.
Esa es la evaluación entregada por Boris Bondarev, consejero de la misión permanente de Rusia ante las Naciones Unidas en Ginebra, además de ser un veterano de 20 años del servicio exterior del país.
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Bondarev renunció en mayo porque sintió que la guerra había demostrado cuán represores y distorsionados se habían vuelto Rusia y sus líderes.
“El ataque a Ucrania ha hecho que la diplomacia rusa sea virtualmente imposible en cualquier sentido práctico”, dijo a Current Time.
“Para mí, [la guerra] era absolutamente inimaginable y me di cuenta de que va en contra de todo lo que deberían hacer los diplomáticos rusos”, agregó para la red en ruso dirigida por RFE/RL en cooperación con VOA.
Es importante mencionar que, Bondarev llegó a los titulares internacionales cuando decidió renunciar en protesta por la invasión de Ucrania por parte del Kremlin el pasado 24 de febrero.
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Desde entonces, ha emitido una condena del liderazgo ruso durante las últimas dos décadas bajo el régimen de Vladimir Putin, a cuyo gobierno culpa por haber transformado el servicio diplomático en uno engañado por su propia propaganda y aislado en el escenario global.
“Observé el declive en evolución de nuestra diplomacia [y] su deslizamiento hacia un abismo de provocaciones y mentiras”, dijo.
“Pero aún así, hasta que hubo guerra y hasta que se derramó sangre, yo, como muchos de mis colegas, creía que aún podía trabajar”.
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