A pesar de la salida de de Twitter, la marca sigue generando polémica en la plataforma, pues usuarios de esta y otras redes sociales, así como fanáticos de las teorías conspirativas señalan que la marca de moda de lujo está conspirando para explotar a los niños sexualmenteLos teóricos destacan una selección de fotos de la campaña de regalos navideños de Balenciaga, en la que aparecían modelos infantiles con bolsos de ositos de peluche con arneses de la marca, accesorios que debutaron en la presentación de la pasarela Primavera/Verano 2023 de Balenciaga en la Semana de la Moda de París.
Si bien algunos se han opuesto a la decisión de Balenciaga de colocar los bolsos inspirados en BDSM en manos de niños pequeños, las imágenes por sí solas no son exactamente indicativas de una conspiración más amplia.
Quienes creen en esta teoría intentan fortalecer su postura al vincular las imágenes de una campaña completamente separada que promociona la colaboración de Balenciaga con Adidas.
Las fotografías muestran el bolso Three Stripes de la colaboración sobre una pila de documentos de aspecto oficial.
Al acercarse, se revela que uno de esos documentos es un comentario de Estados Unidos vs Williams, un fallo de la Corte Suprema que confirmó la Ley PROTECT.
Esta ley federal tipifica como delito la publicidad, promoción, presentación o distribución de pornografía infantil.
Además, en redes continúan citando el Instagram borrado de Balenciaga como una indicación más de la supuesta culpabilidad de la marca.
Cualquiera que siga a la compañía sabe que periódicamente borra su feed y llena la pizarra en blanco con su último lanzamiento.
Justo antes de que los controvertidos tuits y publicaciones en redes se hicieran virales, el Instagram oficial de Balenciaga se llenó de imágenes de su colección Primavera 2023 Garde-Robe, que se lanzó para pedidos anticipados la mañana del 21 de noviembre.
Algunos teóricos de la conspiración comenzaron a comentar las últimas publicaciones de Balenciaga con referencias a las afirmaciones suscitadas en redes sociales que desde entonces han obtenido decenas de miles de me gusta y retuits.
El 22 de noviembre, Balenciaga desactivó los comentarios en su página de Instagram y publicó una historia en la que se disculpaba por el drama que rodeó a su campaña de regalos navideños.
“Nuestras bolsas de ositos de peluche no deberían haber aparecido con niños en esta campaña”, se lee en el comunicado.
“Hemos eliminado inmediatamente la campaña de todas las plataformas”.
Dos horas después, Balenciaga publicó una historia de seguimiento que abordaba esos documentos judiciales cuestionables.
“Estamos tomando acciones legales contra las partes responsables de crear el set e incluir elementos no aprobados para nuestra sesión de fotos de la campaña Primavera 23”, aclaró.
“Defendemos la seguridad y el bienestar de los niños”.
Aunque puede ser tentador aceptar la historia sensacionalista, los teóricos de la conspiración no presentan ninguna evidencia de que Balenciaga esté, como ellos dan a entender, involucrado en algún tipo de red de abuso infantil, sin embargo, las imágenes no dejan de ser perturbadoras.
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