Como protesta por la actividad petrolera en , tres intentaron dañar y adherirse con pegamento a la pintura de “El Grito” de Edvard Munch, la cual se encuentra exhibida en el Museo Nacional de Oslo.
Guardias de seguridad al percatarse de la intención de las jóvenes de inmediato tomaron acciones al respecto, de acuerdo con la policía noruega los guardias se vieron obligados a detener a las jóvenes.
Se informó a las noticias que quedaron restos de pegamento en el cristal que cubre el cuadro, el cual al estar protegido no sufrió daños.
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Tras este incidente la ministra de Cultura, Anette Trettebergstuen, condenó las acciones de las tres jóvenes.
“Esta es una forma de acción inaceptable.
Aunque muchos apoyamos la lucha climática como una de las más importantes de nuestro tiempo, atacar arte de valor incalculable no ayuda para nada a la causa", señaló.
Al parecer fueron dos las activistas quienes intentaron adherirse al cuadro mientras otra de ellas filmaba la escena, todo esto mientras gritaban: "No habrá ningún grito cuando la gente muera" o "Ningún grito cuando los políticos ignoran a la ciencia".
Más tarde se reveló que la tres jóvenes pertenecen al colectivo ecologista local “Detengan la actividad petrolera” ("Stopp Oljetinga").
El colectivo reveló que su intención es presionar al gobierno y alertar a las personas sobre la política energética noruega, así mismo exigen la suspensión inmediata de todas las licencias de exploración y del desarrollo de los nuevos yacimientos de gas y crudo en el país, el cual es uno de los mayores productores del mundo.
La pintura de “El grito” refleja la ansiedad y la angustia del ser humano, y ese era el mensaje que quiso transmitir su autor, Edvard Munch, en su propio cuadro.
Él mismo contó que el cuadro fue un reflejo de un paseo por su ciudad natal, Twitter para mantenerte informado con las noticias de hoy!.
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