Rafael el hombre encerrado en casa por miedo a contagiarse de COVID-19

Conoce la historia de Rafael, el hombre que convirtió su hogar en una prisión voluntaria por miedo a contagiarse de COVID-19.



En 2020, como medida de protección contra el, dio inicio un confinamiento que duró casi dos años; durante este tiempo no se podía salir más que lo necesario pero ahora la medida se ha levantado y muchos ya continúan con su vida normal.

Este no es el caso de Rafael, que sufre de un miedo patológico a salir de casa y contagiarse, por lo tanto no ha salido de su departamento de 45 metros cuadrados desde marzo de 2020.

las noticias te compartimos la historia del hombre que no ha visto la luz del sol desde el comienzo de la pandemia por miedo a contagiarse de coronavirus.

Rafael es un habitante de Zona Norte de Río de Janeiro, el cual ha permanecido encerrado en su casa desde que inició la pandemia de Covid-19; convirtiendo su hogar en su propia prisión voluntaria.

De acuerdo con su testimonio, el joven no quiere salir por temor a contagiarse de coronavirus y desarrollar la enfermedad más grave; por lo tanto sigue en confinamiento.

A pesar de que él mismo asegura que extraña el sol y sus actividades fuera de casa, a sus 38 años, aún no ha logrado pisar la calle nuevamente por su fobia al virus que ha matado a millones de personas.

Antes de la pandemia, Rafael ya recibía un tratamiento psicológico para sus problemas de ansiedad y vivía una vida normal que no se vio afectada de esta forma tras las otras crisis de salud como la gripe H1N1 o el zika.

Por esta situación, el hombre no ha perdido su trabajo porque se dedica a dar acompañamiento, asistencia y apoyo virtual a personas con autismo, a las que ayuda con los trámites y las tareas del día a día.

Este miedo extremo al virus ocasionó que los otros tres familiares que vivían con él cambiaran de domicilio al poco tiempo de empezar el confinamiento global; incluso su casa tiene espacios delimitados que indican hasta donde puede recibir a personas y comida.

Sin embargo, él mismo reconoce que esta situación ha ido mejorando porque anteriormente necesitaba recalentar la comida que pedía por miedo a que trajera el virus; ahora esa práctica ha quedado atrás.

A pesar del miedo que siente, Rafel ya recibió dos de las tres vacunas necesarias contra COVID-19; pero tuvieron que acudir profesionales de la salud a su apartamento para administrarle las dosis.

Constantemente, Rafael se ha hecho esta pregunta pero siempre se responde "la pandemia no ha terminado"; por lo tanto aún no se siente seguro para volver a su vida normal.

“Todos los días reviso las muertes que hay en Brasil, y he decidido que saldré cuando esté en cero”, explicó.

A pesar de llamar la atención, la historia de Rafael es más común de lo que parece; dejando marcada la vida y Twitter para mantenerte informado.

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