La salud de la monarca británica más longeva de la historia, la reina Isabel II, tenía que ser cuidada al pie de la letra; y eso incluía su alimentaciónPor lo tanto, algunos alimentos estaban para el consumo de Su Majestad; aunque varios de esta lista también se debe a que su sabor era desagradable para ella.
las noticias te compartimos cuales son esas verduras, condimentos y carnes que estaban prohibidas en el Palacio de Buckingham durante el reinado de Isabel II.
La alimentación de la reina Isabel era vigilada por sus médicos de la realeza, por lo tanto tenía ciertas restricciones; las cuales se acataban al pie de la letra para no poner en peligro la salud de la monarca.
Unos datos curiosos de la monarca es que también habían otros que simplemente estaban prohibidos de cocinar dentro del menú real porque a la reina británica no le gustaba ni su olor ni su sabor.
Para llevar a cabo las preparaciones culinarias del Palacio de Buckingham, la monarca tenía a su merced un chef profesional que estaba a cargo de la comida que se consumía por los miembros de la familia real.
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Por lo tanto, él era el encargado de no incluir estos alimentos en el menú; de lo contrario sería un problema para él y sus ayudantes de cocina.
Este condimento es muy popular en la gastronomía del mundo, en especial en la mexicana, pero no era bienvenido en la cocina real porque, acuerdo con su ex chef personal Darren McGrady, la reina odiaba el aroma que dejaba este alimento después de comerlo.
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Estas especias suelen dejar un olor intenso y muy característico después de comerlos, incluso con tan sólo tocarlos, por ello la monarca británica los prohibió de los platillos que ella consumía.
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Como mencionamos anteriormente, la reina Isabel II debía tener una alimentación bastante saludable; en especial por sus problemas de movilidad que constantemente le aquejaban.
Por ello, no podía comer alimentos con mucho almidón y carbohidratos como lo son las pastas y el arroz; sus comidas no podían tener ninguno de estos ingredientes.
Otro alimento alto en almidón es la papa, por lo tanto no era incluido dentro de la dieta de la gobernante británica; por ello no solía degustar unas ricas papas fritas.
La proteína necesaria para su dieta era obtenida de aves y pescados, acompañadas de verdura al vapor o a la parrilla.
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Un dato curioso de la monarca era que disfrutaba mucho de los sándwiches de atún con mayonesa y pepino, los clásicos jam pennies, pero siempre sin las orillas del pan como capricho de la soberana porque no le gustaba su textura.
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Uno de los desayunos favoritos de Su Majestad eran los huevos, sobre todo acompañados de salmón ahumado y trufa, pero eso sí tenían que ser de cáscara marrón porque eran “los más deliciosos” según ella.
Debido a su gusto, los huevos con cascarón blanco eran evitados a toda costa.
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La reina Isabel disfrutaba de proteínas de las aves como la perdiz o el faisán; pero nunca era una opción comerlas crudas o cocinadas a término medio.
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