Fernanda Contreras se convirtió en la primera mexicana en disputar tres Grand Slams, en la modalidad de singles, en un año, desde Angélica Gavaldón en 1996, con lo cual pasó a la historia del tenis mexicano tras avanzar al cuadro principal del.
Con una historia detrás que incluye la superación de una carrera de ingeniería y la publicación futura de una novela, Fernanda ha despertado gran interés en el deporte blanco debido a su historia.
Fernanda Contreras es una jugadora muy "especial".
"Tiene la cabeza muy bien amueblada y mucha mano, mucha calidad", reveló a EFE su consejero desde principios de año, Emilio Sánchez Vicario.
Fue Christo van Rensburg, N° 5 en dobles y top 20 en los 80, el que llamó al técnico español Emilio Sánchez, porque vio que tenía un gran talento entre manos.
"Christo no le cobraba por entrenarla, y yo tampoco.
Lo que necesita esta chica es apoyo", añade Vicario.
"Tiene mucho mérito porque sin capacidad económica estudió en la universidad, se sacó una ingeniería, jugó a nivel universitario y con 22 años comenzó la transición hacia el circuito profesional.
“Es muy difícil lo que ha hecho", sigue el español sobre la ahora N° 157 del mundo.
"Es súper exigente lo que ha logrado.
Las tenistas universitarias, al intentar dar el salto a la WTA, se pasan dos años sufriendo, porque en los primeros torneos que juegan, por perder en primera ronda, les dan solo 100 dólares".
Fernanda es nieta de Francisco Contreras Serrano, mejor conocido como Pancho Contreras.
El All England Club fue testigo de la presencia de otra tenista con el apellido Contreras.
Fer creció escuchando historias de su abuelo acerca del césped sagrado de Wimbledon.
La familia es una de las claves del éxito de Contreras, que creció escuchando las historias de su abuelo en el All England Club.
En 1958, Pancho Contreras alcanzó las semifinales del dobles mixto en Wimbledon.
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