Trucos para enfriar la cerveza en 5 minutos

Estos trucos caseros te sacarán del apuro, y podrás disfrutar de unas bien heladas; ideales para este verano.



Disfrutar de una buena y bien fría es un deleite para los amantes de esta bebida porque sus sabores se complementan y dejan un mejor sabor en la boca.

Sin embargo, suele ocurrir que se nos olvida meter la lata o la botella al refrigerador, y ahora tienes unas cervezas calientes; nadie quiere eso.

las noticias te damos la solución con estos trucos para que tus cervezas queden heladas de último momento.

“La sed de la mala” puede ocurrir en cualquier momento, así que es importante conocer estos trucos caseros para enfriar tu cerveza sin necesidad de esperar tanto tiempo.

Lo primero que pensarías en esta situación es meterlas al congelador, pero debes de saber que los expertos en la chela no lo recomiendan porque la temperatura extrema a la que son expuestas puede terminar afectando su sabor.

Por lo tanto, te recomendamos este método más eficaz para lograrlo:.

Lo primero que tienes que hacer es enrollar la cerveza con papel, de preferencia que sea una servilleta gruesa para una mayor efectividad, y luego meterla a la nevera.

Saca la botella o lata cuando el papel ya esté bien pegado al envase, que tomará algunos minutos, y listo.

Es importante recordar que el consumo excesivo de la cerveza puede llegar a causar adicción y problemas de salud, aún más para las personas con otras enfermedades como la diabetes tipo 2.

Sin embargo, si se toma con medida podría ser una alternativa de consumo.

Ahora, si no tienes un refrigerador para helar las cervezas; no te preocupes, aquí te traemos otra alternativa.

Este proceso es sencillo y muy práctico, sólo tienes que mezclar los ingredientes en un recipiente grande, en el que quepan las latas de cerveza y el agua logre cubrirlas.

Recuerda que la sal tiene que estar bien en el líquido.

Después sólo deja reposar por algunos minutos dentro del agua con los ingredientes, y listo, tus cervezas quedarán bien “muertas”.

Esto sucede porque gracias a la sal se genera una reacción endotérmica que “absorbe” el calor de la cerveza y permite que este se disuelva en el agua.

Ahora sí, a disfrutar de unas cervezas bien frías.

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