Parece sacado de una película de Hollywood.
El artista conceptual e ilustrador Tony Holmsten, diseñó un revolucionario proyecto en el que un enorme avión alberga en su interior un elegantísimo hotel flotante.
crucero volador de lujo se llama y combina las características de un avión comercial con el máximo exponente de la exclusividad.
Dice que su diseño es medioambientalmente eficiente, ya que sería propulsado por 20 motores eléctricos alimentados por energía nuclear procedente de un pequeño reactor que no deja huella de carbono.
Con capacidad para cinco mil pasajeros, el Sky Cruise incluye centros comerciales, centros deportivos, piscinas, cine y teatro para espectáculos en directo, restaurantes de cocina gourmet, bares, áreas de juegos para niños y habitaciones de lujo.
En la cola, el Sky Cruise tiene un espectacular mirador de 360 grados y tiene otras tres cúpulas de observación a cada lado del avión.
Además de tener un pequeño hospital, dispone de un área independiente para conferencias, reuniones de negocios o bodas, que pueden oficiarse a bordo.
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Tony Holmsten también pensó en las turbulencias y le agregó un sistema que permite que no se sientan.
Tanto las reparaciones como el mantenimiento se harían en el aire: aviones comerciales con motores eléctricos y jets privados se acoplarían al avión, descargarían todo lo que fuera necesario y partirían de nuevo.
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