Hungría ha declarado una "emergencia energética" en respuesta a las interrupciones del suministro y al aumento vertiginoso de los precios de la en Europa, dijo un funcionario el miércoles.
Es "poco probable que haya suficiente en Europa para la temporada de calefacción de otoño e invierno", dijo Gergely Gulyás, jefe de gabinete del primer ministro Viktor Orbán.
Hungría aumentará su capacidad de producción de energía doméstica para garantizar un suministro adecuado, dijo Gulyás en una conferencia de prensa en Budapest.
Gulyás citó la guerra de Rusia en Ucrania y las consiguientes sanciones de la Unión Europea como la causa de lo que llamó una “crisis energética” en el continente.
“La guerra prolongada y las sanciones de Bruselas han provocado que los precios de la energía aumenten drásticamente en toda Europa y, de hecho, una gran parte de Europa ya está en una crisis energética”, dijo Gulyás.
El país centroeuropeo aumentará su producción anual de gas natural de 1,500 millones de metros cúbicos a 2,000 millones de metros cúbicos, aumentará la extracción de lignito (lignito) y volverá a poner en funcionamiento una central eléctrica alimentada con lignito que actualmente no funciona, dijo Gulyás.
Se prohibirán las exportaciones de energía y la única planta de energía nuclear de Hungría también aumentará su producción al extender sus tiempos de operación, agregó.
Las medidas entrarán en vigor en agosto.
Los anuncios se produjeron después de que Orbán convocara una reunión de su gabinete el miércoles para discutir lo que llamó una “emergencia energética” en Europa.
Como hemos mencionado en las noticias, Hungría depende en gran medida de los combustibles fósiles de Rusia y el año pasado firmó un acuerdo de 15 años con la empresa energética rusa Gazprom para la compra de gas natural.
Hungría obtiene alrededor del 65% de su petróleo y el 85% de su gas de Rusia.
Pero después de que Moscú lanzó su guerra contra Ucrania, la UE, de la que Hungría es miembro, trató de atacar las exportaciones de petróleo rusas con sanciones.
Pero el nacionalista Orbán luchó enérgicamente contra tales medidas, argumentando que bloquear el petróleo ruso paralizaría la economía de su país.
El líder autocrático logró negociar una concesión que permitió una exención temporal para las importaciones de petróleo entregadas por el oleoducto ruso Druzhba a ciertos países sin salida al mar como Hungría.
Más temprano el miércoles, el ministro húngaro de Relaciones Exteriores, Péter Szijjártó, dijo en una reunión de ministros regionales de Relaciones Exteriores que Hungría buscaría comprar 700 millones de metros cúbicos adicionales de gas antes del otoño, pero no especificó de dónde.
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