Estados Unidos ha dicho que la represión de los manifestantes pacíficos en la Plaza Tiananmen de Beijing el 4 de junio de 1989 “nunca será olvidada”, y que la lucha por la democracia tuvo eco hoy en el territorio chino de Hong Kong.
China no ha revelado cuántas personas murieron cuando el ejército utilizó munición real para despejar la plaza de Tiananmen de los manifestantes que pedían reformas democráticas.
Los grupos de derechos dicen que miles fueron asesinados, mientras que el entonces embajador británico en China estimó el número de muertos en 10,000, según notas que fueron desclasificadas en 2017.
“Los esfuerzos de estos valientes individuos no serán olvidados”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en un comunicado para conmemorar los 33 años desde la represión.
EE.UU. dice que no olvida la represión de Tiananmen en China
“Cada año, honramos y recordamos a quienes defendieron los derechos humanos y las libertades fundamentales. Si bien muchos ya no pueden hablar por sí mismos, nosotros y muchos en todo el mundo seguimos defendiéndolos y apoyando sus esfuerzos pacíficos para promover la democracia y los derechos de las personas”, agregó.
Los manifestantes que ocuparon Tiananmen no solo querían un cambio político, también estaban frustrados por el manejo de la economía por parte del gobierno y la creciente corrupción. Fueron tildados de "contrarrevolucionarios" por los líderes del partido y durante las últimas tres décadas, la discusión pública sobre la represión se ha convertido en un tabú en el continente.
Sin embargo, el incidente generalmente se conmemora en Hong Kong, con decenas de miles de personas ocupando Victoria Park en 2019 para la última gran vigilia antes de que las restricciones pandémicas frenaran las reuniones y Beijing impusiera la Ley de Seguridad Nacional.
Como hemos mencionado en las noticias, este año, la policía en el territorio ha advertido a las personas que no celebren el Aniversario de Tiananmen, y el viernes por la noche acordonaron el área diciéndoles a todos que siguieran adelante.
El grupo de la sociedad civil que organizó la vigilia se disolvió el año pasado y algunos de sus líderes enfrentan ahora cargos penales. Un pequeño museo sobre la represión también fue cerrado después de una redada policial, y el Pilar de la Vergüenza, una estatua que se encontraba en un patio de la Universidad de Hong Kong en memoria de Tiananmen, fue retirada al amparo de la oscuridad.
Los grupos de derechos dicen que la ley de seguridad redactada en términos generales, que criminaliza las actividades que Beijing considera subversión, terrorismo, colusión con fuerzas extranjeras y secesión con hasta cadena perpetua, ha “diezmado” los derechos y libertades de Hong Kong.
Las autoridades atribuyen a la ley el restablecimiento de la “estabilidad” en el territorio después de meses de protestas en 2019 que comenzaron con marchas masivas en oposición a una ley de extradición planificada en el continente y se convirtieron en un llamado más amplio a la reforma política.
“Hoy, la lucha por la democracia y la libertad continúa resonando en Hong Kong”, dijo Blinken, y señaló que la vigilia había sido “prohibida en un intento de suprimir los recuerdos de ese día”. Para el pueblo de China y para aquellos que continúan oponiéndose a la injusticia y buscan la libertad, no olvidaremos el 4 de junio”.
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