Manifestantes enfurecidos en Sri Lanka han incendiado varias casas pertenecientes a los gobernantes Rajapaksas y parlamentarios, luego de enfrentamientos con partidarios del gobierno.
La violencia coronó un día de disturbios en el que el primer ministro Mahinda Rajapaksa renunció en medio de protestas masivas por el manejo de la crisis económica por parte de su gobierno.
Pero no logró calmar a los manifestantes, que intentaron asaltar su residencia oficial mientras él estaba escondido adentro. Cinco personas han muerto y más de 190 han resultado heridas desde el lunes.
El toque de queda en toda la isla se extendió hasta el miércoles por la mañana mientras las autoridades buscan sofocar la violencia.
Toque de queda en Sri Lanka
Muchos todavía piden que el presidente Gotabaya Rajapaksa, hermano de Mahinda, deje el cargo, luego de semanas de crecientes manifestaciones por el aumento de los precios y los cortes de energía desde el mes pasado.
El lunes, los partidarios del gobierno se enfrentaron violentamente con los manifestantes en la capital, Colombo, frente a la residencia Temple Trees de Mahinda Rajapaksa, y luego en el sitio principal de protesta en Galle Face Green.
Se desplegaron policías y escuadrones antidisturbios, y se dispararon gases lacrimógenos y cañones de agua contra los partidarios del gobierno después de que rompieron las líneas policiales y atacaron a los manifestantes con palos y postes.
Los manifestantes enojados tomaron represalias, atacaron a los partidarios del gobierno y se dirigieron a los parlamentarios del partido gobernante, incluido uno que disparó a dos personas después de que una turba invadió su automóvil y luego se suicidó, según la policía de Sri Lanka.
A medida que avanzaba la noche, multitudes de manifestantes de todo el país atacaron casas pertenecientes a los Rajapaksas, varios ministros y parlamentarios. Esto incluyó una casa convertida en un museo controvertido por los Rajapaksas en el pueblo ancestral de la familia en Hambantota, en el sur de Sri Lanka.
Las imágenes publicadas en las redes sociales mostraban casas envueltas en llamas mientras la gente vitoreaba.
Las áreas cercanas a la residencia oficial del presidente también fueron incendiadas, según los informes.
Tras la dimisión de Mahinda Rajapaksa, los manifestantes intentaron entrar en el complejo interior de Temple Trees donde se alojaba junto con varios leales y prendieron fuego a un autobús fuera de la casa. La policía disparó tiros al aire y gases lacrimógenos en un intento de dispersarlos.
En otras partes de Colombo, las tensiones se mantuvieron altas. Hombres armados con palos y varas habían establecido bloqueos de carreteras en las rutas que conducen hacia y desde el aeropuerto, y la policía y las fuerzas de seguridad no se veían por ninguna parte, informó la BBC.
Como hemos mencionado en las noticias, Sri Lanka enfrenta su peor crisis económica desde que se independizó de Gran Bretaña en 1948, y la gente está furiosa porque el costo de vida se ha vuelto inasequible.
Las reservas de divisas del país prácticamente se han agotado y la gente ya no puede permitirse artículos esenciales como alimentos, medicinas y combustible.
El gobierno ha solicitado ayuda financiera de emergencia. Culpa a la pandemia de Covid-19, que casi acabó con el comercio turístico de Sri Lanka, una de las mayores fuentes de divisas. Pero muchos expertos dicen que la mala gestión económica también tiene la culpa.
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