Millones de abejas que se dirigían a Alaska perecieron después de que su vuelo de Delta Airline fuera desviado a través de Georgia, donde las dejaron en cajas en el suelo durante horas en una pista caliente.
El avión de Delta transportaba aproximadamente 5 millones de abejas, el primero de dos envíos ordenados por la apicultora de Soldotna, Sarah McElrea, cuando fue sacado de su plan de vuelo original y redirigido a un aeropuerto en Atlanta. Inicialmente, las cajas estaban preparadas para viajar desde Sacramento, California, hasta el aeropuerto de Anchorage a través de Seattle.
Pero las abejas no cabían en el vuelo con destino a Seattle y, en cambio, fueron desviadas a través del centro de operaciones de Delta.
Poco después de su llegada, los funcionarios de la aerolínea le dijeron a McElrea que algunas de las abejas se habían escapado y que debían colocarlas afuera. Inmediatamente preocupado por las temperaturas sofocantes de Georgia, McElrea se acercó de inmediato a un apicultor local, quien viajó al aeropuerto y determinó que la mayoría de las abejas ya habían muerto por el calor.
5 millones de abejas murieron
En total, el envío estaba compuesto por unas 800 libras de abejas con un valor estimado de 48.000 dólares.
McElrea, quien dirige Sarah's Alaska Honey, dijo que las abejas estaban destinadas a ser distribuidas a más de 300 apicultores en todo el estado, donde no son nativas, y que se usarían para polinizar huertos de manzanos y viveros.
La portavoz de Delta, Catherine Morrow, dijo en un comunicado que la aerolínea “fue informada de la situación del envío... y rápidamente contrató a los equipos internos apropiados para evaluar la situación. Hemos tomado medidas inmediatas para implementar nuevas medidas para garantizar que eventos de esta naturaleza no ocurran en el futuro”.
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