Marruecos y Argelia, los países dominantes del Magreb, están enzarzados en un enfrentamiento diplomático. Su rivalidad se remonta a décadas, pero ha empeorado dramáticamente en el último año.
Desde agosto de 2021, Argelia rompió las relaciones diplomáticas con Marruecos, cortó los envíos de gas que anteriormente atravesaban Marruecos hacia España y acusó a las fuerzas marroquíes de matar a tres ciudadanos argelinos en el territorio en disputa del Sáhara Occidental.
Las tensiones entre estos dos países fuertemente armados han suscitado preocupaciones dentro de la región y en Europa de que Marruecos y Argelia puedan desembocar en un conflicto abierto, con el riesgo de una desestabilización masiva en el norte de África con todas las consecuencias que ello conllevaría para la Unión Europea.
La escalada se produjo después de que las ya malas relaciones entre los dos países se vieran perturbadas por una serie de acontecimientos, en particular un cambio en la posición de las potencias externas. Un momento decisivo fue la decisión del presidente Donald Trump de reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental en diciembre de 2020 a cambio de que Marruecos normalice las relaciones con Israel.
Conflicto que podría estallar en cualquier momento
Puso al país más poderoso del mundo en el campo de Marruecos sobre una cuestión de importancia fundamental para el reino, en un momento en que las tensiones sobre el Sáhara Occidental ya se habían reavivado tras la ruptura de un alto el fuego de larga data entre Marruecos y el movimiento independentista Frente Polisario.
Los lazos cálidos entre Marruecos e Israel llevan a esta potencia regional polarizadora al delicado equilibrio de poder del Magreb por primera vez. Por su parte, Argelia realizó recientemente ejercicios militares conjuntos en Osetia del Sur con Rusia, que desde hace tiempo suministra gran parte de las armas de Argelia.
Hay muchos casos en la historia reciente de Oriente Medio y el Norte de África en los que la participación de potencias externas ha llevado a la escalada del conflicto. Sin embargo, también hay razones para pensar que el enfrentamiento entre Argelia y Marruecos puede mantenerse contenido.
Ambos países tienen incentivos para evitar un conflicto abierto, incluida la necesidad apremiante de centrarse en las preocupaciones económicas internas. Otro factor significativo es que muchos socios externos importantes tienen vínculos con ambos países y tienen interés en amortiguar las tensiones en lugar de alimentarlas.
Síguenos en Facebook y entérate de las noticias trend de la semana
No hay comentarios.:
Publicar un comentario