Un ginecólogo de Leiden concibió al menos 21 niños utilizando su propio esperma para tratamientos de fertilidad, sin que las receptoras tuvieran conocimiento de ello, así lo reveló en un comunicado el hospital Alrijne de la ciudad de Leiden, Países Bajos.
El hombre en cuestión es Jan Beek, trabajó durante 25 años en el hospital Elisabethziekenhuis de Leiderdorp, que desde entonces ha sido absorbido por el Alrijne Ziekenhuis.
El hospital dijo que el caso salió a la luz cuando Fiom, una organización que ayuda a las personas a rastrear a sus padres biológicos, encontró coincidencias de ADN en 21 niños cuyas madres habían recibido tratamiento de fertilidad en la clínica de Beek.
Luego que la información saliera a la luz que el médico inseminó artificialmente a sus pacientes con su propio esperma, el hospital ha iniciado una investigación "La forma en que este médico se comportó en ese momento es inaceptable", dijo Peter Jue, de la junta directiva del hospital.
No descartan que el ginecólogo tenga más descendientes
“No excluimos la posibilidad de que se descubran docenas más de descendientes de Jos Beek. Es por eso que estamos pidiendo a todos los que han sido tratados por este ginecólogo que se presenten” indicó.
Los 21 niños de Beek fueron concebidos entre 1973 y 1986. Sus madres creían que estaban siendo fertilizados con esperma de donantes anónimos.
Es importante revelar que la ley holandesa limita a 25 el número de niños que se pueden concebir de un donante de esperma. Desde 2004, los niños tienen derecho a conocer la identidad de sus padres biológicos una vez que cumplen 16 años.
Beek trabajó en Leiderdorp hasta 1998, pero el hospital no puede ponerse en contacto directamente con las mujeres a las que trató porque los registros han sido destruidos.
Jue dijo que los gerentes del hospital estaban "muy sorprendidos" cuando se enteraron del caso por primera vez. "Sorprendido por los niños afectados por esto y, por supuesto, por sus padres".
"A principios de la década de 1970, el tratamiento de fertilidad estaba en sus inicios", explicó. 'Hay que darse cuenta de que los tratamientos con semen donado apenas comenzaban. Casi no había ninguna regulación y los médicos tenían mucha más libertad para seguir su propio camino que en la actualidad.
Cabe indicar que tras lo ocurrido el hospital estableció una línea de ayuda para mujeres y sus familias que fueron tratados por el ginecólogo acusado.
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