El presidente de Rusia, Vladimir Putin, está enviando en secreto miles de tropas de las fuerzas especiales "Spetsnaz" a Kazajistán para tratar de aplastar las protestas mortales.
Muchos de los 2.500 ya enviados son Spetsnaz o adscritos a la temida inteligencia militar GRU y otros 5.000 que pronto serán enviados también son fuerzas especiales o tropas aerotransportadas.
Los soldados de élite están siendo enviados supuestamente como parte de una fuerza regional de mantenimiento de la paz liderada por Rusia de los países exsoviéticos, pero tienen una reputación de agresión.
Se produjo cuando el presidente Kassym-Jomart Tokayev afirmó que los terroristas entrenados en el extranjero eran los responsables de los disturbios, allanando el camino para una represión despiadada.
Caos durante las protestas
Advirtió el viernes que ha dado una orden de “disparar a matar” a su policía y militares, de los cuales más de 20 han sido masacrados, tres de ellos decapitados, en disturbios.
Se teme que decenas de civiles que protestaban hayan sido asesinados por una represión de seguridad, ya que el leal a Moscú Tokayev se inclinó ante la oferta de ayuda de Putin.
Dijo: “Los militantes no han depuesto las armas, continúan delinquiendo o se están preparando para cometerlos. Quien no se rinda será destruido.He dado la orden a las fuerzas del orden y al ejército de disparar a matar, sin previo aviso".
El viernes en Almaty todavía se escuchaban disparos. Los edificios han sido saqueados e incendiados en la peor violencia en los 30 años de independencia del país.
Moscú dijo que más de 70 aviones transportaban tropas rusas a Kazajistán y que ahora ayudaban a controlar el aeropuerto principal de Almaty, que fue recapturado el jueves de manos de los manifestantes.
Manifestaciones en Kazajistán
Las manifestaciones que comenzaron como respuesta a un aumento en el precio del combustible se han convertido en un amplio movimiento contra el gobierno y el exlíder Nursultan Nazarbayev, de 81 años, el gobernante con más años en el cargo de cualquier estado exsoviético.
Le entregó la presidencia a Tokayev hace tres años, pero se cree que su familia ha conservado influencia en Nur-Sultan, la capital especialmente diseñada que lleva su nombre.
El rápido despliegue de Moscú demostró la disposición de Putin a usar la fuerza para mantener su influencia en la ex Unión Soviética, en un momento en el que también ha alarmado a Occidente al concentrar tropas cerca de Ucrania, cuya península de Crimea se apoderó de Rusia en 2014.
La misión se encuentra bajo el paraguas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la CSTO, que comprende a Rusia y cinco aliados exsoviéticos.
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