La nave Juno de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha mostrado que Júpiter tiene ciclones y permitió explicar las fuerzas que impulsan los grandes ciclones que se producen en el gigante de gas.
Lia Siegelman, especialista y becaria posdoctoral del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de California en San Diego, observó, investigo y descubrió que los ciclones del polo de Júpiter parecían compartir similitudes con los vórtices oceánicos que estudió durante su doctorado.
Hace un tiempo, la NASA detectó vapor de agua en Europa, la luna oceánica de Júpiter, ahora el estudio de Lia Siegelman se enfocó en los ciclones.
Siegelman y sus colegas utilizaron un conjunto de imágenes y los principios utilizados en la dinámica de los fluidos geofísicos, con lo que aportaron pruebas de una hipótesis que se mantiene desde hace tiempo sobre que Júpiter tiene ciclones.
Júpiter tiene ciclones
La convección húmeda –cuando el aire más caliente y menos denso asciende– impulsa estos ciclones. Dicho descubrimiento está publicado en Nature Physics.
“Cuando vi la riqueza de la turbulencia alrededor de los ciclones jovianos, con todos los filamentos y remolinos más pequeños, me recordó la turbulencia del océano terrestre alrededor de los remolinos. Esta es especialmente evidente en las imágenes de satélite de alta resolución de las floraciones de plancton, por ejemplo”: dijo, Siegelman.
Juno es la primera nave espacial que capta imágenes de los polos de Júpiter; los satélites anteriores orbitaban la región ecuatorial del planeta, proporcionando vistas de la famosa Mancha Roja del planeta.
La nave espacial cuanta con dos sistemas de cámaras, uno para obtener imágenes en luz visible y otro que capta las firmas de calor mediante el Jovian Infrared Auroral Mapper (JIRAM), un instrumento de mira infrarroja que cuenta con el apoyo de la Agencia Espacial Italiana.
Es así que los científicos analizaron un conjunto de imágenes infrarrojas que captan la región polar norte de Júpiter y, en particular, el cúmulo de vórtices polares y pudieron calcular la velocidad y dirección del viento siguiendo el movimiento de las nubes.
El equipo interpretó las imágenes infrarrojas en términos de grosor de las nubes. Las regiones calientes corresponden a nubes finas, en las que es posible ver más profundamente en la atmósfera de Júpiter mientras que las zonas frías representan una gruesa capa de nubes que cubre la atmósfera de Júpiter.
Nave espacial en los polos de Júpiter
Estos hallazgos dieron pistas sobre la energía del sistema que Júpiter tiene ciclones. Dado que las nubes se forman cuando el aire más caliente y menos denso se eleva, descubrieron que el aire que sube rápidamente dentro de las nubes actúa como una fuente de energía que alimenta escalas mayores hasta los grandes ciclones circumpolares y polares.
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