La historia de la película ‘Karem, la posesión’, está basada en una historia real que ocurrió en México en la década de los 80, en el estado de Durango.
Su director, Henry Bedwell, dijo a los medios de comunicación que el final de la historia es mucho más trágico en la vida real que en su película, pues la historia está ficcionada en la cinta.
Y es que resulta que en el caso real la menor fue poseída y tuvo el poder de controlar a las personas, al grado que en 1984 una familia apareció muerta en su casa.
“La historia vino a mí por una compañera que escribe y se dedica a investigar casos de posesión en Latinoamérica y nos enteramos de este caso y empezamos a realizar una historia de ficción a partir de un caso real”, añadió Henry Bedwell.
Historia real de Karem, la posesión explicada
El director de la película cuenta que le llamó la atención que en 1984 los niños no tenían cosas tecnológicas como ahora, por lo que no sacaron fotos con el celular o eso.
La historia fue contada basada en los testigos por lo que tuvieron que investigar en la biblioteca y no en el internet, para saber qué fue lo que ocurrió en aquel año.
Esta es una buen explicación porque en internet no se logra saber la historia real y los hechos que llevaron a que una familia fuera asesinada por una niña que quedó poseída, por el que se dice es el demonio que más tema la iglesia.
Karem, la posesión es dirigida por Henry Bedwell (Más negro que la noche) y recientemente tuvo su estreno mundial como parte de la selección de FERATUM 2021.
Cuenta con las actuaciones de Dominika Paleta, Daniel Martínez, Miranda Kay, Raquel Rodríguez y Gregorio Urquijo.
Lo bueno de la película es que el género de terror es rentable y en este caso, antes de entrar de lleno a la posesión, le muestra al espectador un ambiente de bullying en donde una niña de alrededor de diez años es agredida físicamente por sus compañeras de la escuela.
También en Karem, la posesión se ha cuidado en crear atmósferas; siendo una historia que se desarrolla en la década de 1980, lo que vemos en los salones como las butacas, en el cuarto de una niña como el diario, o el vestuario de la hermana mayor de la protagonista haciendo presente la moda de aquel momento.
El problema es siendo una película de terror basada en hechos reales, no genera miedo. Ni siquiera usando las típicas trampas visuales o de sonido que hacen saltar al espectador. Además que hay escenas que ocurren sin explicación previa lo que hace confundir. Sin embargo, saber que es real ya hace ganar el interés del público.
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