El puente de “Winnie the Pooh”, personaje acompañó durante infancia a miles de niños, y a casi 100 años de su nacimiento sigue siendo de los favoritos de los niños. Y es que uno de los íconos de las aventuras del famoso osito es el puente campirano, en donde el autor de la popular serie de libros de Pooh, A.A. Milne solía jugar con su hijo, Christopher Robin.
La pieza central en la historia del osito está ubicada al sur de Inglaterra y será subastada a fin de que los fans de esta serie lanzada en 1926 puedan adquirir una de las locaciones más importantes de las aventuras de Pooh y sus amigos.
La venta de los artículos de la saga de libros ha sido todo un éxito, pues como dimos a conocer en las noticias, en meses pasados se vendió una carta de Pooh por más de 15,000 dólares.
La subasta fue organizada por la casa Summer Place Auctions, reconocida por ofrecer previamente artículos como 20 toneladas del Muro de Berlín. En este nuevo evento se espera que el famoso puente recaude 339 mil dólares.
El puente mide 8,87 metros de largo por 4,5 metros de ancho, y ha sido completamente restaurado usando madera de robles locales, debido a que fue desmantelado y almacenado por un tiempo en Ashdown Forest Centre en el condado de East Sussex en sur de Inglaterra.
“Ofrecerlo en subasta es probablemente la mayor oportunidad a nivel mundial para que la gente se acerque y pueda comprarlo y ponerlo en un museo”, indicó el James Rylands, representante de la casa de subastas.
¿Cuál es la historia real de Winnie the Pooh?
Asimismo agregó que “cuando hablas de historia y le agregas la emoción y la felicidad que 'Winnie the Pooh' le ha dado a generaciones de niños y adultos a lo largo de los años, es muy difícil ponerle un precio”.
El autor Alan Alexander Milne prolífico en muchos géneros, sin embargo, alcanzó la fama gracias a sus cuentos infantiles centrados en el osito y sus aventuras en el bosque. El británico bautizó al oso, como el peluche que tenía su hijo, Christopher Robin Milne, que a su vez le había puesto al suyo el de una osa del Zoo de Londres, llamada Winnie.
En 1956, tras la muerte del autor, Christophe regaló a su editor los peluches originales que inspiraron los personajes de Pooh como rechazo a los libros que él inspiró. Actualmente estos forman parte de la Biblioteca Pública de Nueva York, por lo que al igual que el emblemático puente de “Winnie the Pooh”, podrían ser subastados algún día.
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