La detención de Abdallah Hambdok, y la disolución del Gobierno, producto del golpe de estado en Sudán ha puesto al país en un verdadero estado de emergencia que marca la pauta de diferentes tensiones políticas internacionales.
Desde el derrocamiento de Omar al-Bashir, en 2019, el cuál era considerado como un líder autoritario, la entidad se inclinó hacia una crisis total que provocó meses de protestas, mismas que obligaron al ejército a negociar con la ciudadanía y desde aquel entonces, civiles y castrenses comparten el control.
Sin embargo, la relación que tuvo Hambdok y el ejército se tornó tensa por diversos factores que principalmente corresponden a la falta de comida, combustibles y enseres en general.
Hace tan solo un mes, autoridades del país dieron a conocer que "oficiales rebeldes" abortaron un intento de golpe de estado para apartar a Hambdok del poder, el cuá aseguró que eran personas afines a Omar al-Bashir y que urgían reformas para tener un mayor control.
Un nuevo intento de golpe
Las declaraciones causaron mucho enojo y división entre los elementos de seguridad por lo que hubo manifestaciones a favor y en contra del aún ejecutivo.
Y es que los militares acusan directamente a Hambdok no haber cumplido con sus promesas de recuperación económica, sin embargo el mandatario acusa a sus detractores de que se han preparado estos problemas para generar un golpe.
Hablar de la crisis de Sudán no sólo es hablar de problemas políticos, hay un fenómeno religioso que también se ha detectado en los últimos años.
Lo que sucede es que según diversos reportes el país de África del Norte tuvo una baja considerable de "creyentes" pero el Islam que es la religión más extendida en la población sigue en crecimiento llegando hasta un 71% dentro del país lo que también directa o indirectamente influye en el panorama social que se está viviendo.
¿Cuál es la religión del Sudán?
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