El cohete chino "fuera de control" se acerca a la Tierra; caer alrededor del 8 de mayo

Preocupa la caída de un cohete de China que se aproxima a la Tierra y podría entrar a la atmósfera en los próximos días.

Es probable que una gran plataforma de cohetes que lazó la primera estación espacial de China la semana pasada vuelva a entrar en la atmósfera alrededor del 8 de mayo, de acuerdo con las primeras predicciones de rastreo espacial.

Alertan por reingreso de cohete chino a la atmósfera

El portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Mike Howard, dijo en un comunicado el 4 de mayo que “el Comando Espacial de EE.UU. está al tanto y rastrea la ubicación del Long March 5B chino en el espacio, pero su punto de entrada exacto a la atmósfera de la Tierra no se puede identificar hasta dentro de unas horas su reentrada, que se espera alrededor del 8 de mayo”.

- “Hasta entonces, el 18° Escuadrón de Control Espacial ofrecerá actualizaciones diarias de la ubicación del cuerpo del cohete en www.space-track.org a partir del 4 de mayo. Proporcionaremos información adicional a medida que esté disponible”, se lee en el comunicado.

Es importante mencionar que las autoridades estadounidenses explicaron que a pesar de que se está rastreando la trayectoria del cohete chino, las coordenadas podrán conocerse hasta que haya reingresado a la atmósfera terrestre. Se prevé que viaja a una velocidad de 30 mil kilómetros por hora.

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La Verdad Noticias informa que, las fluctuaciones atmosféricas y otras variables, hacen que las predicciones precisas de cuándo y dónde volverá a entrar la etapa no son posibles hasta unas pocas horas antes del evento.

Trascendió que la inclinación orbital de la etapa central cohete Long March 5B de 41,5 grados significa que el cuerpo del cohete pasa un poco más al norte que Nueva York, Madrid, y Beijing, y tan al sur de Chile y Wellington, Nueva Zelanda, y podría hacer su reentrada en cualquier punto, dentro de esta área.

Como sucede con la mayoría de los desechos espaciales, el cohete chino se desintegrará en la atmósfera, pero debido a su gran tamaño, existe la preocupación de que algún fragmento pueda colisionar en tierra. Las posibilidades de una catástrofe son muy reducidas, pero siempre existe un riesgo.

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