Padres adoptivos acusados ??de matar a su hija de 13 años y ocultar sus restos

Rafael y Maribel Loera dejaron morir a su hija adoptiva, Ana, y guardaron su cuerpo en el ático mientras maltrataban a sus hermanitos y los dejaban muriendo de hambre.

Una corte en Arizona presentó cargos de asesinato contra los padres adoptivos de una niña de 13 años cuyos restos fueron hallados tras un incendio en su casa en la ciudad de Phoenix en 2020.

¿Cómo murió la niña?

El Departamento de Policía de Phoenix anunció este viernes que tenía suficientes evidencias para añadir el cargo adicional contra Maribel Loera y Rafael Loera, de 51 y 57 años de edad, quienes ya habían sido acusados de abuso infantil, abandono, provocar un incendio y ocultar los restos óseos de su hija, Ana Loera.

- Los restos de Ana fueron hallados en los ductos de ventilación del ático de la casa donde vivía con su familia después de que los vecinos informaran sobre un incendio.

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Según reportes obtenidos por La Verdad Noticias, la menor había sido adoptada junto con sus dos hermanos menores por los Loera después de que su madre biológica, Priscilla Márquez, perdiera su tutela mientras enfrentaba su adicción a las drogas.

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Márquez le dijo al sitio AZFamily.com el año pasado que Ana Loera, cuyo nombre de nacimiento era Charisma Márquez, era su hija biológica, y que le fue quitada de su cuidado en 2011 junto con sus otros dos hijos, Angelina y Joseph Jr, de 11 y 9 años respectivamente.

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Tras ser detenido el 20 de enero de 2020, Rafael Loera le dijo a la policía que Ana se enfermó en julio de 2017, pero que la familia esperó varios días antes de buscar atención médica. Según su relato, la menor murió camino al hospital y junto con su esposa decidió ocultar su cuerpo para evitar que les quitaran a sus otros dos hijos adoptivos.

Pero una semana antes del incendio, la hermana menor de Ana llamó a la policía para reportar que la habían dejado sola durante dos días y que tenía hambre y miedo. La menor dijo que su madre adoptiva la golpeaba con cables de extensión y que se había golpeado la cabeza contra las paredes.

El 28 de enero, funcionarios del gobierno volvieron a la casa y sacaron de ahí a dos niños de 4 y 9 años que estaban bajo la custodia de los Loera. Los registros judiciales afirman que Ana y los otros niños pasaban hambre y que fueron abandonados en habitaciones llenas de excremento.

- Tras darse a conocer la muerte de Ana, su madre biológica acusó a los servicios de cuidados infantiles por no haber cuidado a la menor y a sus dos hermanos al entregarlos a los Loera. Los niños sobrevivientes fueron entregados a los servicios infantiles luego de la detención de sus padres adoptivos.

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