Las escalofriantes historias de terror de las estaciones del metro en Argentina

Dentro de dos estaciones fantasma de Argentina existen varias historias de terror que han impactado a miles de habitantes.

Las historias de terror son muy comunes en diferentes países de todo el mundo, las cuales datan desde hace mucho tiempo. Sin embargo, dos estaciones fantasma en Argentina albergan varias de las historias más terroríficas, que han mantenido a la gente alejada.

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Las estaciones siguen operando en un sentido

La Línea A es la red de transporte subterráneo más antigua de la ciudad de Buenos Aires. Inaugurada en 1913, fue la primera en crearse en toda América Latina. Recorre casi 10 kilómetros alrededor de la capital y tiene las únicas dos estaciones que no funcionan del total de seis líneas.

Las historias de terror son muchas

Muchas leyendas de terror se han vuelto famosas en esos dos puntos: espíritus de obreros muertos que circulan por allí, el cierre de una por su proximidad a una bóveda del banco argentino Nación o porque hubo un incendio en la sede del Partido Socialista.



Las estaciones Alberti y Pasco están una junto a la otra y funcionan de un solo lado de las vías. Por su posición respecto a la avenida capitalina principal, Rivadavia, funcionan el lado sur de Alberti y el norte de Pasco.

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Antes de la década del 80 no había una sola luz en Alberti Norte, cuenta la leyenda que al pasar por allí se podía ver a dos obreros muertos sentados en el andén, sosteniendo sus herramientas de trabajo y que aparecen a la hora en que sale el último servicio.

El libro Buenos Aires es leyenda, de Guillermo Barrantes y Víctor Coviello, habla acerca de la leyenda y cuenta sobre un derrumbe que hubo durante la construcción en la estación. Según el relato, los dos obreros eran italianos y se llamaban Giuseppe y Leonardo.

El trabajador de la estación Diego Jezierski, contó que un hombre se le apareció a uno de sus compañeros en una noche, el cual iba caminando entre las vías. Era alto, pelado y, cuando vio que lo veían y lo querían seguir "tomó una curva, y cuando lo alcanzaron no estaba más.

- El supervisor de vías Manuel Niz recordó otro relato, el de una novia vestida de blanco que camina a la noche por la vía que une Alberti Norte con la plaza porteña Miserere. La historia cuenta que el novio la plantó en el altar y que, por ello, decidió quitarse la vía arrojándose al tranvía.

estaciones fantasma

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