La lucha regresa con más fuerza durante el reinicio de la NHL

La NHL retomó los partidos programados; los primeros juegos estuvieron llenos de tensión y energía entre los jugadores.

La temporada de los Toronto Maple Leafs colgaba de un hilo de uno de los guantes de Jason Spezza cuando los dejó caer al hielo para pelear contra Dean Kukan.

Jugadores de la NHL están con todo 

- "Solo traté de despertar a los muchachos, solo tratando de mostrar un poco de desesperación y un poco de resistencia", dijo Spezza después de la emotiva victoria de Toronto contra Columbus en la que jugó un papel importante en el reinicio de la nueva temporada de la NHL.

NHL inicia con todo

Spezza contra Kukan fue la pelea No. 8 en la primera semana de los playoffs de la NHL, casi el triple del total de toda la postemporada de 2019 combinada.

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— Toronto Maple Leafs (@MapleLeafs) August 8, 2020

Las peleas han disminuido drásticamente en los últimos años, especialmente en los playoffs cuando cada turno es importante, pero las circunstancias únicas del reinicio del hockey (varios meses de descanso, estadios vacíos y series más intensas al mejor de cinco) han aumentado los puñetazos en la batalla por la Copa Stanley.

"Los muchachos están llenos de energía, y hay muchachos caminando un poco más en la línea… En una serie corta, creo que los muchachos buscan cambiar el impulso, cuando un chico se te acerca y es intenso, tú también estás siendo intenso, y cuando esas dos chispas chocan, a veces hay fuego”,dijo el entrenador de los New York Islanders, Barry Trotz.

La pelea de Spezza cambió el Juego 4 de Toronto-Columbus, al igual que Justin Williams peleó contra Ryan Strome a menos de tres minutos del primer juego de la NHL desde marzo, que marcó el tono de la barrida de Carolina sobre los New York Rangers.

-A veces no ha funcionado tan bien, como cuando el defensa de Winnipeg, Nathan Beaulieu, desafió al alero de Calgary de 6 pies 3 y 231 libras, Milan Lucic, a los 2 segundos del juego que terminó siendo el último de la temporada de los Jets.

"Entiendes lo que está tratando de hacer Nate: está tratando de demostrar que están listos para jugar y que no van a caer sin luchar", dijo Lucic al añadir que "para mí, solo quieres demostrar que estás listo para jugar y que no vas a retroceder ante su empuje, sin importar si es una pelea o lo que sea".

Cuatro meses de testosterona acumulada podrían explicar algo de esto, aunque las razones detrás de cada pelea han variado. El capitán de los Jets, Blake Wheeler, luchó contra Matthew Tkachuk después de que el extremo de los Flames lesionara a Mark Scheifele en un golpe que fue un accidente terrible o una "patada sucia y sucia", dependiendo de a quién se le pregunte.

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Wheeler admitió que ni siquiera vio la jugada, pero sintió la necesidad de defender a un compañero de equipo. El defensa de Boston de cinco pies nueve, Torey Krug, hizo lo mismo después de que el alero de Tampa Bay, Blake Coleman, golpeara a Brandon Carlo en hielo abierto cuando esos rivales de división se enfrentaron en un juego de cabeza de serie.

"Ves muchas peleas justo después de buenos golpes, golpes limpios, golpes duros, y ves muchas de ellas después de golpes cuestionables y ves muchas de ellas después de obviamente golpes a la cabeza", dijo el entrenador de los Bruins, Bruce Cassidy.

En otros casos, las emociones simplemente se desbordan. Ocurrió dos veces en cuatro juegos entre Minnesota y Vancouver, incluidos los primeros minutos del Juego 4 cuando Ryan Hartman y Jake Virtanen se enfrentaron. Hartman hizo todo lo posible para meterse bajo la piel de sus oponentes desde el primer partido de la serie cuando agarró el palo del delantero de Canucks, Micheal Ferland, mientras estaba sentado en el banco.

No se forjaron muchas amistades ya que los Canucks eliminaron a los Wild en cuatro juegos, o casi en cualquier parte de la ronda de clasificación. Los viejos amigos de Tampa Bay y Washington renovaron los cumplidos cuando Yanni Gourde luchó contra T.J. Oshie, y esa mala sangre no se olvidará si se encuentran más tarde en los playoffs.

Las rivalidades seguirán surgiendo, así que no espere que los guantes se queden puestos a medida que aumentan las apuestas.

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"Los muchachos están jugando el juego puramente y por amor al juego y ves cuánto lo aman y cuánto quieren ganar...Dicho esto, podría haber potencial para más. Pero creo que eso es solo una indicación de cuánto están dispuestos los muchachos a hacer lo que sea necesario para cambiar el impulso en un juego de hockey y uno trata de ayudar a obtener una victoria ", dijo el entrenador de Calgary, Geoff Ward.

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