Cualquiera que siga de cerca las noticias sobre el estado de la pandemia de coronavirus en los EE. UU. Podría ser perdonado por sentir una sensación de latigazo cervical. Las dos historias principales que dominan la cobertura parecen contradecirse directamente entre sí.
Por qué hay debate
-Una narrativa muestra que Estados Unidos se comporta como un país que ha contenido el virus. Cada estado ha levantado al menos algunas de sus restricciones de bloqueo. Más negocios están reabriendo.
Que sigue para Estados Unidos
El presidente está reduciendo las actividades de su grupo de trabajo de coronavirus mientras planea reanudar las manifestaciones de campaña. Los manifestantes se han reunido en masa en ciudades de todo el país.
COVID-19: Estados Unidos supera los 2 millones de casos de coronavirus https://t.co/OriVN0qvU4— Ricardo Lazaro Trujillo Hervis (@LazaroHervis) June 16, 2020
Mientras tú pasas tu fin de semana encerrado, así disfrutan del verano en Nueva York (epicentro del covid en Estados Unidos). Este video me lo envió un amigo ayer. pic.twitter.com/4VRXBQUSlr— Ursula Kiener (@UrsulaKiener) June 14, 2020
Nº de Mortos - COVID-19 ( 12/06/2020 )— TromPETISTA �� (@Trom_Petista) June 13, 2020
1º - Estados Unidos - 114.643
2º - Brasil - 41.828
3º - Inglaterra - 41.566
Países governados pela extrema-direita.
China - 4.638
Portugal - 1.505
Argentina - 785
Cuba - 84
Venezuela - 23
Países governados pela esquerda.
Entendeu?
Esa serie de eventos puede ser difícil de conciliar con una tendencia preocupante en muchos estados que sugiere que el brote está lejos de ser contenido y que en realidad puede estar empeorando. Docenas de estados han visto aumentos en el número de casos en las últimas dos semanas.
Texas, Florida y Arizona, estados que en gran medida evitaron brotes importantes en las primeras etapas de la pandemia, establecieron récords de números de casos diarios el martes. Algunos lugares que fueron los más afectados en marzo y abril, como Nueva York, están experimentando una tendencia a la baja.
Estados Unidos tiene, con mucho, el brote más severo del mundo, con más de 2 millones de casos y 117 mil muertes. Ambas cifras son al menos el doble de lo que cualquier otra nación ha visto.
La tendencia actual, en la que se levantan las restricciones a pesar del aumento en el número de casos, ha generado preocupaciones de que el país esencialmente esté abandonando sus esfuerzos para erradicar el virus y, en cambio, decida que la reapertura de la economía y volver a la vida normal es la prioridad.
Aunque Estados Unidos no es el único país que lucha con el virus en este momento, muchas naciones han manejado sus brotes de manera efectiva y están comenzando a reabrirse de manera segura.
La hoja de ruta para una contención exitosa es en gran medida la misma en cada lugar: bloqueos para restringir la fase inicial de infecciones, seguidos de programas robustos de pruebas y rastreo de contratos, y el uso generalizado de máscaras.
Estados Unidos
Los Estados Unidos iniciaron bloqueos, y parecen haber sido efectivos. Un estudio sugiere que las restricciones impidieron hasta 60 millones de infecciones por coronavirus. Pero los últimos pasos de las pruebas y el rastreo de contactos, que los epidemiólogos coinciden son cruciales para mantener el virus bajo control cuando se levantan los bloqueos, no se están llevando a cabo casi a la escala que deben estar en los EE. UU. Los acalorados debates partidistas también han llevado a que se eliminen los requisitos de máscara en muchos lugares.
Hubo una atención significativa en los primeros estados que comenzaron a reabrir a fines de abril y principios de mayo, pero la pandemia ha quedado en un segundo plano ante las protestas en curso contra la violencia policial y el racismo en todo el país.
Al mismo tiempo, los líderes políticos también se han alejado de su enfoque en el virus. La administración Trump ha desplazado en gran medida sus esfuerzos a otros asuntos.
El Congreso parece reticente a producir otro proyecto de ley de estímulo masivo para apoyar a los desempleados o rescatar a los estados en dificultades. El apoyo público al distanciamiento social ha disminuido, lo que plantea dudas sobre si existe suficiente voluntad política para restablecer los bloqueos, incluso si se hacen necesarios.
Las próximas semanas proporcionarán más claridad sobre la sabiduría de la toma de decisiones estadounidense sobre el virus. Si el número de casos continúa aumentando, presionará a los funcionarios a revertir sus movimientos para reabrir y a los legisladores a ofrecer ayuda financiera.
Por otro lado, si no ocurre un pico importante, particularmente uno relacionado con las protestas, podría proporcionar evidencia de que las temperaturas cálidas y las máscaras pueden ayudar a mantener las infecciones a niveles manejables.
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